El Departamento de Salud de EE.UU. anuncia una reducción drástica de su plantilla, afectando a miles de empleados en medio de una reestructuración.

Washington, 28 de marzo: El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los Estados Unidos ha iniciado un proceso de reestructuración que resultará en la eliminación de 10,000 puestos de trabajo, lo que afectará gravemente a la agencia encargada de la salud pública en el país.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy, hizo el anuncio señalando que esta medida es parte de un esfuerzo por reducir y reorganizar la estructura del departamento.
Con esta reestructuración, se espera que la plantilla del HHS pase de aproximadamente 80,000 empleados a cerca de 60,000. Las cifras son alarmantes, ya que miles de trabajadores se verán sin empleo en un momento donde la estabilidad en el sector salud es crucial. La consolidación de 28 divisiones en 15 secciones, junto con la creación de una nueva Administración para la Salud de América, es un componente clave del plan MAHA (Make America Healthy Again) que busca abordar la creciente epidemia de enfermedades crónicas en el país.
Kennedy enfatizó que el objetivo de estas reformas es alinear a la agencia con su misión fundamental y nuevas prioridades, eliminando lo que él denominó "expansión burocrática".
Esta reestructuración se produce en un contexto en el que la administración de Donald Trump está implementando cambios significativos en las agencias federales, todos con el fin de reducir costos, incluso con el apoyo de iniciativas como el DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), impulsado por Elon Musk.
Según un portavoz del HHS, Andrew Nixon, los recortes de empleo realizados hasta ahora, sumados a los recientes, resultarán en una reducción de la fuerza laboral del departamento de salud de 82,000 a 62,000 empleados.
Esto plantea serias preocupaciones sobre cómo se podrá mantener la calidad de los servicios de salud con una plantilla tan reducida.
Se estima que alrededor de 2,400 empleados del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y 3,500 del FDA se verán directamente afectados por estos despidos.
Un funcionario del CDC expresó su preocupación, comentando que, independientemente de los resultados de esta reestructuración, será un "mal día" para muchos.
Históricamente, el Departamento de Salud ha sido un pilar fundamental en la gestión de la salud pública en Estados Unidos, con responsabilidades que van desde la regulación de alimentos y medicamentos hasta el control de enfermedades contagiosas.
Sin embargo, la necesidad de optimizar recursos y reducir gastos ha llevado a esta drástica medida que podría tener consecuencias a largo plazo en la salud de la población estadounidense.
La situación actual es un claro reflejo de los desafíos que enfrenta el sistema de salud en el país, donde la presión por manejar un presupuesto ajustado se traduce en recortes que podrían comprometer la eficacia de la atención sanitaria.
Los próximos meses serán cruciales para determinar el impacto real de estos cambios en la salud pública y en la vida de miles de trabajadores.
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