Solo el 33,7% de los padres en Argentina usan Sistemas de Retención Infantil (SRI), y la mayoría lo hace de manera incorrecta, incrementando el riesgo de lesiones en menores en accidentes viales. Expertos subrayan la necesidad de cumplir con las normativas y instalar adecuadamente las sillitas para proteger a los niños, especialmente en trayectos cortos cerca del hogar.

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De acuerdo con un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), solo el 33,7% de los padres y cuidadores utilizan Sistemas de Retención Infantil (SRI) para sus hijos, y dentro de ese porcentaje, aproximadamente el 85% comete errores en su colocación o instalación.

Estas cifras son aún más preocupantes si se consideran los datos históricos y demográficos del país. #Argentina cuenta con una población infantil significativa, y en muchas provincias, el uso de sillitas en los vehículos todavía no forma parte de la cultura de seguridad vial.

La situación se agrava en los tramos cortos, ya que más del 40% de los siniestros viales ocurren en un radio de 40 cuadras del hogar, donde muchas familias consideran que no es necesario usar el sistema de retención.

Desde la ANSV y otras instituciones especializadas recomiendan que todos los #niños menores de 10 años deben viajar en el asiento trasero del vehículo con un SRI homologado, ajustado a su peso y altura.

Sin embargo, la realidad muestra que muchos padres no respetan estas recomendaciones, eligen sillitas que no cumplen con las normas internacionales o simplemente no las instalan correctamente.

Esto aumenta exponencialmente el riesgo de lesiones en caso de impacto.

El uso correcto de los SRI es una prioridad, especialmente en trayectos cortos y urbanos. La experta Aylen Dell Olio, líder del programa Mamá Segura, de la Asociación para la Disminución de Siniestros Viales (ADISIV), señala que las malas prácticas, como la incorrecta colocación de los arneses o la mala instalación de las sillas, son errores frecuentes.

Además, advierte que la presencia de objetos sueltos dentro del vehículo constituye un peligro adicional en caso de accidente, ya que pueden convertirse en proyectiles.

Los especialistas recomiendan verificar que las puertas tengan los seguros de protección infantil activados y que los niños nunca sean transportados en brazos

Para promover la seguridad, los especialistas recomiendan verificar que las puertas tengan los seguros de protección infantil activados y que los niños nunca sean transportados en brazos, incluso en trayectos cortos.

Un ejemplo claro de la importancia de esta medida lo da el pediatra Lucas Navarro, quien explica que un bebé de pocos kilos puede multiplicar su peso en caso de impacto, dificultando mucho la sujetación.

En cuanto a los tipos de sillitas, existen diferentes categorías homologadas según peso y edad del niño. Desde los dispositivos para recién nacidos hasta los booster para niños mayores, cada uno con sus especificaciones. Es fundamental seguir las instrucciones del fabricante para una correcta instalación y verificar que cada SRI cuente con la etiqueta de homologación correspondiente, emitida por organismos oficiales como IRAM en Argentina o la normativa europea ECE R44/04.

Entre las recomendaciones prácticas, se destaca que las sillitas para niños de 0 a 6 meses son aptas para menores de hasta 10 kilos, y las de 9 meses a 4 años para niños hasta 18 kilos, siempre en posición contramarcha.

La posición en contra de la marcha ha demostrado ser hasta cinco veces más segura, por lo que expertos sugieren prolongar el uso de este sistema lo más posible.

En conclusión, la protección infantil en los vehículos requiere conciencia, cumplimiento de las normativas y atención en cada detalle. La responsabilidad recae en adultos que deben priorizar la seguridad de sus hijos, evitando riesgos que puedan evitarse con un uso adecuado de los sistemas de retención infantil en todos los trayectos, sin importar su duración o distancia.