Blue Cross Blue Shield de Vermont advierte sobre los altos costos en hospitalización y medicamentos, que amenazan la estabilidad financiera del sistema de salud y elevan las primas para los asegurados.

Desde hace tiempo, la sostenibilidad del sistema de atención médica en Vermont se ha convertido en un tema de gran preocupación para las autoridades, las aseguradoras y los propios pacientes.
Blue Cross Blue Shield de Vermont (BCBSVT) ha sido uno de los principales actores en este escenario, enfrentando serias dificultades financieras debido al aumento constante en los costos de hospitalización y medicamentos recetados.
La situación no es exclusiva de Vermont; a nivel global, los gastos en salud han registrado incrementos exponenciales en las últimas décadas. En países como Estados Unidos, el gasto sanitario representa aproximadamente el 18% del Producto Interno Bruto (PIB), según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Este porcentaje ha ido en aumento desde los años 70, impulsado por avances tecnológicos, envejecimiento poblacional y el incremento en precios de insumos médicos.
En Vermont, Blue Cross VT ha tenido que implementar diversas estrategias para intentar estabilizar sus finanzas. Entre estas, destacan la reducción de gastos, la búsqueda de apoyo legislativo y la expansión de alianzas estratégicas, como la que mantienen con Blue Cross Blue Shield de Michigan, que les permite ofrecer servicios con mayor eficiencia.
El director general de la aseguradora, Don George, ha sido un portavoz constante de la gravedad de la situación. Desde el pasado julio, ha alertado públicamente sobre el estado “frágil” de las finanzas de Blue Cross VT, debido a la escalada en los precios hospitalarios y los márgenes exorbitantes en la venta de medicamentos.
La compañía ha llegado incluso a solicitar un aumento adicional del 4% en las contribuciones destinadas a su fondo de reserva, fondos que se utilizan para cubrir gastos imprevistos.
Este año, los desafíos se han agravado aún más. La reserva de fondos de los asegurados cayó a aproximadamente 54 millones de euros, incluyendo un préstamo de 28 millones de euros, lo que ha llevado a la supervisión regulatoria por parte del Departamento de Regulación Financiera de Vermont (DFR).
La compañía ha tenido que incrementar el porcentaje de primas destinado a estas reservas, en un intento por mantener la solvencia.
A pesar de algunos avances en los primeros meses de 2025, la realidad sigue siendo alarmante. Actualmente, Blue Cross VT desembolsa cerca de 31 millones de euros semanalmente en reclamaciones, una cifra que refleja la constante escalada de costos en hospitalización y medicamentos.
Éxito en intervención quirúrgica conjunta a adolescente de 13 años
La Unidad de Coloproctología del Hospital Universitario de La Princesa y el Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario Infantil Niño Jesús han llevado a cabo una exitosa colectomía laparoscópica a un niño de 13 años con Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Esta colaboración entre ambos hospitales provee la mejor asistencia médica para los pacientes con esta patología.Don George ha señalado que estos gastos están poniendo una presión insostenible en la economía local, afectando tanto a los ciudadanos como a las empresas y a los fondos públicos.
Un ejemplo de los problemas estructurales del sistema es el reciente acuerdo entre el Instituto de Salud de Vermont (UVM Health Network) y el Green Mountain Care Board, que prometió una compensación de 11 millones de euros para resolver sobrecargos de años anteriores.
Sin embargo, estos fondos no son suficientes para cubrir las pérdidas acumuladas, que en 2024 alcanzaron los 58 millones de euros, incluyendo un préstamo sustancial, y en los últimos tres años, suman millones en déficit.
La tendencia de aumento en los costos no muestra signos de frenarse. La creciente cantidad de pacientes con condiciones complejas, que en 2024 representaron el 15% de la membresía y generaron más de la mitad de los gastos totales, agrava aún más la situación.
Estos pacientes requieren atención especializada y prolongada, lo que incrementa los gastos y reduce la capacidad de las aseguradoras para mantener tarifas asequibles.
El gobierno y los reguladores han comenzado a considerar medidas más drásticas. Entre ellas, la implementación de límites de ingresos específicos para hospitales y aseguradoras, con la finalidad de controlar los precios y evitar que la atención médica siga siendo insostenible.
La propuesta contempla también la revisión de las tarifas y los márgenes de lucro en medicamentos, un sector que ha visto aumentos de precios que oscilan hasta el 20% anual, según informes internacionales.
En un contexto de envejecimiento poblacional en Vermont, donde la expectativa de vida ha aumentado a 82 años, la demanda de servicios médicos no deja de crecer.
Esto requiere una planificación a largo plazo, con inversiones en prevención y en la gestión de enfermedades crónicas, para reducir la carga en los hospitales y en las aseguradoras.
La situación en Vermont es un reflejo de un problema global que requiere soluciones integrales. La sostenibilidad del sistema de salud, la accesibilidad y la calidad de la atención dependen de decisiones políticas, regulatorias y del sector privado que puedan controlar los costos sin comprometer la calidad del servicio.
Mientras tanto, Blue Cross VT continúa luchando por mantener su estabilidad financiera y atender a una población cada vez más vulnerable y costosa de cuidar.