La vicepresidenta del Gobierno autonómico y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, junto al consejero de Sanidad, ha visitado la Unidad de Convalecencia Sociosanitaria de la residencia ‘Cardenal Marcelo’ en Valladolid, que dispone de 15 plazas.

La Junta de Castilla y León sigue avanzando en la mejora de la atención a las personas mayores, especialmente a aquellas que requieren cuidados tras un ingreso hospitalario.
En este contexto, la vicepresidenta del Gobierno autonómico, Isabel Blanco, y el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, llevaron a cabo una visita a la Unidad de Convalecencia Sociosanitaria de la residencia 'Cardenal Marcelo', situada en Valladolid.
Esta unidad, que cuenta con 15 plazas, tiene como objetivo brindar atención a los mayores que, debido a patologías relacionadas con el envejecimiento, no pueden realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Desde su inauguración en 2020, esta unidad ha demostrado ser un recurso fundamental, atendiendo a alrededor de 60 personas al año, gracias a una financiación autonómica que asciende a 205.093 euros, tras la firma de un convenio de colaboración entre las Consejerías de Familia y Sanidad y la Diputación provincial.
En la actualidad, Castilla y León dispone de un total de 15 unidades de convalecencia, de las cuales 14 están ubicadas en centros gestionados por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, con una capacidad combinada de 129 plazas.
En 2024, se estima que estas unidades atendieron a 356 personas, reflejando el compromiso de la Junta con el cuidado integral de este colectivo vulnerable.
Las unidades de convalecencia están diseñadas para aquellas personas que no pueden contar con un cuidador viable en su hogar o cuya vivienda no reúne las condiciones necesarias para proporcionar los cuidados adecuados.
Así, se asegura que los ancianos mantengan su calidad de vida a través de una atención integral y continuada, adaptada a su estado físico, con el objetivo de recuperar su autonomía.
Para ser admitido en estas unidades, los solicitantes deben presentar necesidades tanto sanitarias como sociales. Es fundamental que demuestren dificultades para garantizar la continuidad de los cuidados necesarios en su hogar tras recibir el alta hospitalaria. La estancia promedio en estas unidades es de dos meses, aunque puede prorrogarse en función de las circunstancias particulares de cada caso, hasta un máximo de cuatro meses en situaciones excepcionales.
Este servicio se integra en el modelo de atención residencial centrado en la persona, promovido por la Junta, que busca crear un ambiente similar al del hogar para los ancianos.
Desde la aprobación de la Ley de Atención Residencial el año pasado, se ha impulsado la creación de unidades de convivencia en residencias públicas y privadas.
Este esfuerzo es parte del compromiso del presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, de garantizar una atención de calidad a los mayores.
Castilla y León se destaca por tener la mayor cobertura de plazas en residencias de mayores en toda España, con un 7,69 % de cobertura frente al 4,08 % a nivel nacional.
La gran mayoría de estas plazas cuentan con financiación pública, lo que evidencia el esfuerzo del gobierno autonómico por atender a este colectivo de manera digna y efectiva.