El Laboratorio Agrario, parte de la Red de Laboratorios de Control Oficial, ha llevado a cabo un exhaustivo análisis de 2.639 muestras para garantizar la seguridad alimentaria en la región.
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El Laboratorio Agrario Regional de Burgos, que forma parte de la Red de Laboratorios de Control Oficial dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León, ha realizado un análisis exhaustivo de 2.639 muestras a lo largo del año 2024. Este trabajo se inscribe dentro de los diversos programas que conforman el Plan Nacional de Control de la Cadena Alimentaria, una iniciativa fundamental para asegurar la calidad y la seguridad de los alimentos que llegan al consumidor final.
Durante su visita a estas instalaciones, el director general de Producción Agrícola y Ganadera, Rubén Serrano, destacó la importancia de este laboratorio, donde un equipo de aproximadamente veinte profesionales se dedica a examinar las muestras recogidas.
Estas incluyen piensos y sus materias primas, cereales, fertilizantes, aguas destinadas al consumo animal, leche, productos vegetales, miel y huevos, así como muestras biológicas como músculo y orina.
El número total de análisis realizados a partir de estas muestras supera la cifra de 117.000, y cada uno de ellos tiene como objetivo detectar la presencia de sustancias prohibidas o verificar que los niveles de componentes se encuentren dentro de los límites legales establecidos por las normativas vigentes.
La labor del Laboratorio Agrario es crucial, no solo en el ámbito de la salud pública, sino también en el de la agricultura y la ganadería, sectores fundamentales para la economía de Castilla y León.
Con una larga trayectoria, este laboratorio está acreditado conforme a la norma ISO 17025, lo que garantiza un alto nivel de competencia técnica y profesional en todos sus análisis.
Además de su trabajo en el Plan Nacional de Control de la Cadena Alimentaria, el Laboratorio Agrario colabora estrechamente con otras consejerías de la Junta de Castilla y León, como la de Sanidad y Medio Ambiente.
También se involucra en programas de control con otras comunidades autónomas y organizaciones como el Seprona, lo que refleja su compromiso con la seguridad alimentaria y la salud pública.
Desde su creación, el Laboratorio ha evolucionado significativamente, adaptándose a las necesidades cambiantes de la población y de los mercados. La importancia de los análisis de alimentos no puede subestimarse, dado que una alimentación segura es esencial para la salud de la población. Este laboratorio, por lo tanto, no solo actúa como un control de calidad, sino que también contribuye a generar confianza en los consumidores sobre la seguridad de los productos que consumen diariamente.
En conclusión, el Laboratorio Agrario Regional de Burgos desempeña un papel vital en el sistema de control de la calidad alimentaria en Castilla y León, asegurando que los alimentos que llegan al mercado cumplen con los estándares exigidos y protegiendo así la salud de los ciudadanos.