El Ayuntamiento de Valencia ha aprobado un plan que vigilará las modificaciones presupuestarias y asegurará la sostenibilidad de las finanzas municipales durante 2025 y 2026, con apoyo mayoritario y sin medidas correctoras específicas.

El Ayuntamiento de Valencia ha dado luz verde a la aprobación del Plan Económico-Financiero correspondiente a los años 2025 y 2026, un instrumento clave para garantizar la estabilidad y sostenibilidad de las cuentas públicas municipales.
La decisión fue tomada en el pleno municipal celebrado el pasado miércoles, con el respaldo de los grupos del gobierno local, que incluye al Partido Popular y Vox, mientras que las fuerzas de la oposición, Compromís y el PSPV-PSOE, optaron por abstenerse.
Este plan tiene como objetivo principal supervisar las modificaciones en el presupuesto que puedan incrementar los gastos del ayuntamiento, además de hacer un seguimiento exhaustivo de la ejecución presupuestaria durante ambos años.
La concejala de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, explicó que el plan garantizará el cumplimiento de la conocida regla del gasto, una normativa que busca mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas locales, asegurando que los gastos no superen la capacidad de financiamiento basada en los ingresos y en línea con la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
El plan será remitido a la Dirección General de Administración Local de la Generalitat para su aprobación definitiva, en cumplimiento con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
La aprobación en el pleno refleja un compromiso con la estabilidad fiscal, aunque las fuerzas de la oposición manifestaron diferentes opiniones durante el debate.
La concejala Ferrer San Segundo destacó que, gracias a los datos económicos positivos de 2024 —que cerraron con un superávit superior a los 10 millones de euros (unos 9 millones de euros)—, el plan se enfocará en vigilar las posibles alteraciones en el presupuesto, sin que sea necesaria la implementación de medidas correctoras específicas.
La responsable de Hacienda afirmó que el seguimiento de la ejecución presupuestaria a lo largo de 2025 permitirá garantizar que las reglas fiscales se cumplan en la liquidación final.
Por su parte, algunos portavoces de la oposición expresaron dudas respecto a la situación económica del ayuntamiento. Borja Sanjuán, portavoz socialista, acusó al gobierno municipal de incumplir la regla del gasto en años anteriores, debido a rebajas fiscales en los inmuebles más caros de la ciudad, que, según afirmó, desequilibraron las finanzas públicas.
Sanjuán criticó que, un mes después de negarlo, se traiga ahora un plan que, según él, busca equilibrar las cuentas mediante subidas en tasas y otros impuestos municipales.
Sanjuán también señaló que el presupuesto refleja una disminución en ingresos por rebajas en ordenanzas fiscales, por valor de aproximadamente 45 millones de euros (unos 41 millones de euros).
La oposición, además, cuestionó el estado de ejecución del presupuesto en el primer trimestre del año, señalando que varios servicios municipales, como Planeamiento, Comercio o Vivienda, mostraron una ejecución casi nula, y muchos proyectos de inversión permanecen sin avanzar.
Desde el equipo de gobierno, Ferrer San Segundo rechazó estas críticas y recordó que el Ministerio de Hacienda afirmó en mayo de 2024 que, si un ayuntamiento cierra con superávit, no sería necesario aprobar un plan económico-financiero.
La concejala subrayó que el incumplimiento de la regla del gasto en años anteriores se debió a las rebajas fiscales aprobadas en su momento, pero aseguró que el ayuntamiento ha seguido siempre las recomendaciones del Ministerio, y que los cambios en las directrices se conocieron tarde y no se notificaron a tiempo.
Además, la responsable de Hacienda defendió la política de bajada de impuestos en la ciudad, señalando que el ayuntamiento ha reducido fiscalidad en dos ocasiones y que en su mandato se han implementado medidas para aliviar la carga tributaria de los valencianos.
La discusión en el pleno también incluyó la aprobación de otras modificaciones presupuestarias, como cambios en la ordenanza fiscal por el uso de espacios públicos y la aprobación de créditos extraordinarios y reconocimientos extrajudiciales, con el apoyo mayoritario del equipo de gobierno y la abstención de la oposición.
En definitiva, Valencia continúa en la senda de consolidar unas finanzas públicas que permitan inversiones y servicios de calidad, garantizando la sostenibilidad a largo plazo.