El Ayuntamiento de València anuncia un proyecto urbanístico que transformará el Grau, con una inversión superior a 150 millones de euros, incluyendo 3.200 viviendas y extensas zonas verdes, para conectar la ciudad con su litoral.

Este ambicioso plan urbanístico contempla la construcción de 3.200 nuevas viviendas, de las cuales cerca de 780 serán de protección pública, y la creación de más de 160.000 metros cuadrados de zonas verdes y espacios públicos.
Este proyecto representa uno de los hitos más importantes en la historia reciente de València, ya que no solo busca ampliar la oferta residencial y mejorar la movilidad, sino que también tiene como objetivo conectar la ciudad con su litoral, abriendo así su fachada marítima y recuperando espacios para la ciudadanía.
La iniciativa ha sido calificada por la alcaldesa María José Catalá como un “modelo de ciudad sostenible, innovadora y en constante evolución”.
Supuestamente, la inversión privada en el proyecto supera los 135 millones de euros, una cifra que refleja el interés y la confianza del sector privado en el potencial de esta zona.
La alcaldesa destacó que “el PAI del Grau no solo es urbanismo, es una oportunidad para transformar la ciudad, integrando barrios como Nazaret y Moreras en un desarrollo que beneficiará a todos los valencianos”.
Entre las principales actuaciones previstas, se encuentran la construcción de dos depósitos de tormentas con capacidad para 6.000 metros cúbicos cada uno, destinados a prevenir inundaciones y garantizar un riego sostenible mediante el uso de pozos, en línea con las políticas medioambientales del Ayuntamiento.
Además, se reserva un espacio de aproximadamente 94.000 metros cuadrados para la creación de un hub tecnológico que complementará las instalaciones de La Marina, La Harinera y Las Naves, promoviendo así la innovación y el crecimiento económico.
Lo que implica un compromiso con la #sostenibilidad y la protección de las zonas verdes
El plan también contempla la dotación de más de 45.000 metros cuadrados para equipamientos públicos, que incluirán colegios, centros médicos, culturales y deportivos. Además, se reservarán terrenos para servicios municipales, garantizando una mejor calidad de vida a los futuros residentes. La superficie edificable representa solo el 14,2 % del total del área, lo que implica un compromiso con la sostenibilidad y la protección de las zonas verdes.
Supuestamente, la alcaldesa también anunció que el proyecto generará aproximadamente 3.204 nuevas viviendas, de las cuales 780 serán de protección pública y cerca de 300 construidas por el Ayuntamiento para alquiler asequible. Esto forma parte de una estrategia más amplia que incluye la creación de más de 7.800 #viviendas en distintos PAIs, con casi 2.000 destinadas a alquiler social, en un esfuerzo por garantizar el acceso a la vivienda.
En cuanto a infraestructuras, el plan prevé la construcción de un puente que conectará Moreras y Nazaret con el Grau y el resto de la ciudad, facilitando la movilidad y reduciendo los tiempos de desplazamiento.
Además, se destinarán 5,9 millones de euros aportados por los urbanizadores para el soterramiento de las vías del tren en la zona de la Serradora, una obra que debe ser ejecutada por el Gobierno de España.
La alcaldesa ha solicitado al Ejecutivo central un compromiso firme y presupuestado para completar esta actuación, que eliminará una barrera física que actualmente separa los barrios y que, supuestamente, limita la cohesión urbana.
El arquitecto responsable del proyecto, José María Tomás, ha señalado que este PAI “supone la culminación de un gran proyecto de ciudad, que incluye el ajardinamiento del río y la creación de un parque lineal de 16 hectáreas, ampliando las zonas verdes existentes en el Jardín del Túria”.
Además, explicó que la continuidad del proyecto hacia el puerto conecta con la dársena y el paseo marítimo, integrando espacios públicos y corredores verdes que enlazarán con las zonas agrícolas de La Punta y Nazaret.
Este plan, además de su vertiente urbanística, busca también potenciar la economía local, fomentando el comercio de proximidad en los bajos comerciales previstos y promoviendo un modelo de ciudad más sostenible y resiliente.