El II Concurso de Arte Urbano en Russafa supera todas las expectativas, triplicando las solicitudes y promoviendo la regeneración de los barrios a través del arte y la creatividad.

Imagen relacionada de russafa impulsa el arte urbano y transforma sus barrios con exito

Supuestamente, esta convocatoria ha recibido el triple de solicitudes en comparación con la primera edición, tanto por parte de artistas como de comercios locales, lo que demuestra el interés creciente por el #arte urbano en la ciudad.

La concejala Paula Llobet, responsable del proyecto, destacó que “se han triplicado las expectativas, y esto refleja cómo la comunidad valora esta iniciativa que se puso en marcha hace un año con la intención de fortalecer el tejido social y cultural del distrito”.

Desde su inicio, el concurso ha sido una plataforma que ha permitido a comercios, asociaciones y artistas colaborar en la transformación de sus espacios.

Entre los beneficiarios se encuentran desde una barbería en Malilla hasta el Club de Ajedrez de Montolivet, pasando por restaurantes emblemáticos como El Rus, Ultramarinos Agustín Rico o La Torre de Utiel.

Además, supuestamente, en esta edición ha participado un artista de Huelva que conoció el concurso a través de las redes sociales y decidió inscribirse, demostrando que la iniciativa trasciende las fronteras de la ciudad.

El proyecto no solo busca embellecer las calles, sino también promover la inclusión social. La Fundación AFIM, que trabaja en la formación e integración de personas con discapacidad, recibió un diseño especialmente dedicado a la inclusión, elaborado por uno de los artistas participantes.

La propia Paula Llobet afirmó que “el arte urbano es un elemento regenerador y un puente que conecta diferentes comunidades y sectores sociales”

La propia Paula Llobet afirmó que “el arte urbano es un elemento regenerador y un puente que conecta diferentes comunidades y sectores sociales”.

Cada artista recibe material valorado en unos 180 euros, aproximadamente 200 euros en euros, para crear sus obras, y compiten por un premio de 450 euros, unos 400 euros en moneda local.

Los comercios, por su parte, ceden sus persianas de forma gratuita, permitiendo que sus locales luzcan una nueva imagen y atraigan a más clientes. La iniciativa ha contribuido también a transformar zonas degradadas, como la plaza de Sor Guillermina en Montolivet, donde se ha instalado un mural de 40 metros que ahora funciona como un símbolo de recuperación y arte.

Supuestamente, la alcaldesa de València ha anunciado que el éxito de esta segunda edición anima a organizar una tercera, con mayor participación y premios ampliados.

La idea es convertir este evento en una cita imprescindible en el calendario cultural de la ciudad, atrayendo no solo a artistas locales, sino también a creadores de otras regiones y países.

Además, el proyecto ha demostrado que el arte puede ser una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida en los barrios, haciendo de València una ciudad más atractiva y acogedora.

En un contexto donde las ciudades europeas buscan cada vez más potenciar el arte urbano como motor de regeneración urbana, la experiencia de #Russafa se presenta como un ejemplo a seguir.