Estudio de gobierno muestra que el gallo de las praderas está al borde de la extinción en las praderas canadienses. Se estima que menos de 100 individuos siguen en Canadá, a pesar de que en algún momento llegaron a ser miles en la región.
Un reciente estudio gubernamental ha revelado que el gallo de las praderas, una especie que una vez se contaba por miles en el oeste de Canadá, está peligrosamente cerca de desaparecer de las praderas.
Conocido por su inusual baile de apareamiento, esta especie, que se encuentra en áreas donde crece la artemisa, ha estado en peligro de extinción durante décadas.
Según el último censo del gobierno, actualmente hay menos de 100 ejemplares en Canadá, muy por debajo de lo que solía ser su población.
En Alberta, se estima que solo quedan 45 gallos de las praderas, mientras que en Saskatchewan se han avistado 24 machos durante la última cuenta en el Parque Nacional de Grasslands.
Los expertos alertan que la especie se encuentra en un estado desesperado y que es casi seguro que se extinguirán.
La pérdida de hábitat debido al desarrollo industrial ha sido una de las mayores amenazas para el gallo de las praderas.
El ruido causado por las bombas de extracción de petróleo o las carreteras cercanas, así como la construcción de cercas o líneas eléctricas, pueden hacer que las aves abandonen el área.
La especie ha sido catalogada como amenazada en Canadá desde 1998 y en Saskatchewan desde 1999, aunque los números han seguido disminuyendo a lo largo de los años.
Se espera que la población de gallos de las praderas se reduzca aún más este año debido a la sequía que se avecina en el oeste de Canadá. Los investigadores están trabajando en la reintroducción de aves de Montana en Alberta para intentar fortalecer la población, además de llevar a cabo esfuerzos de restauración en tierras de pastoreo privadas.
A pesar de la situación grave, los biólogos confían en que los esfuerzos de conservación tendrán éxito y esperan poder mantener a esta especie única en Alberta.