Un objeto interestelar detectado el 1 de julio despierta sospechas sobre su origen y propósito, con algunos científicos sugiriendo que podría tratarse de tecnología de origen extraterrestre camuflada en nuestro vecindario cósmico.

La rapidez en su detección y el interés que ha despertado se deben a su comportamiento inusual y sus características físicas.
Este objeto viaja a una velocidad aproximada de 59.000 km/h (unos 36.700 millas por hora), una velocidad que, según expertos, es mucho mayor que la de los cometas típicos que visitan nuestro sistema solar. La estimación del tamaño del objeto, que podría tener hasta 15 metros de diámetro, ha llevado a algunos a clasificarlo como un cometa, aunque otros no están convencidos de esta explicación.
La controversia radica en que, supuestamente, su trayectoria y velocidad sugieren que podría tratarse de una #tecnología alienígena enviada como parte de una misión de reconocimiento.
El reconocido astrofísico de Harvard, Avi Loeb, junto con investigadores de la Iniciativa para Estudios Interestelares, como Adam Hibberd y Adam Crowl, han publicado un artículo el 16 de julio en el que plantean que 3I/ATLAS podría no ser un cuerpo natural.
Según su hipótesis, la velocidad y la trayectoria del objeto, que pasa cerca de Marte, Júpiter y Venus, podrían ser indicios de un artefacto diseñado por inteligencia extraterrestre.
Además, la aproximación más cercana al Sol, prevista para finales de noviembre, sería un momento en que el objeto estaría oculto a los telescopios terrestres, lo que Loeb considera «sospechosamente estratégico».
Supuestamente, la trayectoria del objeto le permitiría desplegar dispositivos de vigilancia en diferentes puntos del sistema solar, sin ser detectado.
Lo más inquietante, según estos científicos, sería su paso por la zona interior del sistema en un momento en que, supuestamente, podría estar recopilando información o incluso enviando datos a sus creadores en algún lugar del cosmos.
La hipótesis de una invasión alienígena, aunque todavía es solo teoría, ha abierto un debate global sobre las posibles amenazas y la necesidad de preparar sistemas de defensa planetaria.
Las teorías que sugieren un origen extraterrestre también se relacionan con la conocida Hipótesis del Bosque Oscuro, que plantea que las civilizaciones inteligentes permanecen en silencio para evitar ser detectadas por posibles amenazas en el universo.
Sin embargo, muchos científicos consideran que la explicación más probable sigue siendo que el objeto sea un cometa natural, aunque su comportamiento extraño y su alta velocidad alimentan las especulaciones.
La comunidad #científica no puede ignorar la posibilidad de que estemos ante un fenómeno único
A pesar de que el estudio no ha sido sometido a revisión por pares y algunos expertos lo consideran pura especulación, la comunidad científica no puede ignorar la posibilidad de que estemos ante un fenómeno único.
Loeb mismo admite que la hipótesis alienígena resulta «extremadamente remota», pero no puede descartarse por completo. La historia de la #exploración espacial está llena de descubrimientos que en su momento parecieron imposibles, y algunos expertos creen que, en el futuro, podríamos confirmar la existencia de vida inteligente más allá de la Tierra.
Mientras tanto, la comunidad internacional continúa vigilando este objeto y otros similares, con la esperanza de desentrañar su verdadera naturaleza.
La posibilidad de que una tecnología avanzada esté operando en nuestro sistema solar, supuestamente en modo de reconocimiento o incluso en preparación para una posible interacción, mantiene en vilo a científicos, gobiernos y entusiastas del espacio.