Un nuevo libro revela cómo el cuerpo de la mujer ha impulsado la evolución humana

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Un libro recién publicado por la escritora Cat Bohannon plantea que el cuerpo de la mujer ha impulsado la evolución humana en mayor medida de lo que se reconocía anteriormente.

Según el libro, la evolución tiene como objetivo transmitir los genes hacia el futuro, y mientras los hombres aportan el esperma, son las mujeres las que llevan a cabo el embarazo, el parto y, en muchos casos, alimentan a los bebés con su propio cuerpo.

Bohannon, escritora e investigadora con sede en Seattle, decidió escribir un libro sobre la evolución a través del cuerpo femenino.

El libro se titula «Eva: Cómo el Cuerpo de la Mujer Impulsó 200 Millones de Años de Evolución Humana». En una entrevista, la autora explicó que el objetivo del libro es destacar la importancia de las capacidades específicas de las mujeres en la evolución humana.

Uno de los primeros personajes mencionados en el libro es un animal llamado Morgie, que vivió hace unos 200-205 millones de años y es responsable de que tengamos leche materna.

Según Bohannon, la leche materna es crucial porque controla de dónde obtiene el recién nacido su agua, ya que el agua puede ser un caldo de cultivo para patógenos.

Además, la leche también se encarga de moldear el microbioma del bebé y entrenar su sistema inmunológico durante las primeras etapas críticas de la vida.

Otro tema interesante que se aborda en el libro es el papel del pezón en la evolución humana.

Según Bohannon, el pezón es un ejemplo del impulso evolutivo del cuerpo femenino, mientras que los hombres simplemente se suman a ese proceso.

La autora destaca que las mujeres tienen la capacidad de producir leche, incluso si toman una combinación de hormonas similares a las que toman las mujeres transgénero que desean amamantar a sus bebés.

El libro también explora la evolución del útero y su conexión con los dinosaurios.

Bohannon señala que la placenta moderna está estrechamente relacionada con los dinosaurios, ya que su extinción permitió que los marsupiales y los mamíferos tomaran el relevo.

La evolución del útero ha tenido efectos importantes en el sistema inmunológico y el metabolismo de las mujeres.

En cuanto a la bipedestación, la autora destaca que caminar en dos piernas no es exclusivo de los seres humanos y puede ser una forma de transportar alimentos raros lejos de otros depredadores.

En cuanto a las mujeres, dado que históricamente han sido las principales cuidadoras de sus hijos, se ha argumentado que la capacidad de caminar erguido les permitía alejarse del grupo para buscar alimentos.

Además, el libro destaca que las mujeres tienen una resistencia extraordinaria, lo que indica que sus cuerpos están diseñados para la resistencia física.

En general, la obra de Bohannon pone de relieve la importancia del cuerpo de la mujer en la evolución humana y cómo las adaptaciones en el cuerpo femenino han impulsado la supervivencia y el desarrollo de nuestra especie.