El almacenamiento de energía como calor puede ser más barato, seguro y conveniente que el almacenamiento en baterías tradicionales, ayudando a impulsar la generación de energía eólica y solar.
Las energías eólica y solar generan energía barata y limpia, pero no siempre cuando más se necesita.
Entonces, almacenar energía es una parte importante de una red baja en carbono y almacenarla como calor puede ser más barato, seguro y más conveniente que almacenarla en baterías tradicionales.
La energía térmica se puede almacenar durante unos pocos horas.
Ejemplos diseñados para esto incluyen el sistema Icebear probado por el zoológico de Toronto y la bomba de calor con almacenamiento de energía incorporado hecha por Stash Energy con sede en Fredericton.
Pero muchos sistemas pueden almacenarlo durante meses, de hecho, a menudo se utilizan para el almacenamiento estacional.
Por ejemplo, la comunidad de Drake Landing Solar construida en 2006 en Okotoks, Alberta, fue diseñada para recolectar energía solar en el verano, almacenarla bajo tierra y luego liberarla para calefacción en el invierno, suministrando el 90 por ciento de la calefacción de espacios de la comunidad en invierno.
Vantaan Energia con sede en Finlandia está planificando la instalación de almacenamiento térmico estacional más grande del mundo.
Acumulará el exceso de calor de energías renovables y de residuos a energía durante el verano para calentar toda una ciudad de tamaño mediano en el invierno.
Emily Chung cubre ciencia, medio ambiente y clima para CBC News.
Tiene un doctorado en química de la Universidad de British Columbia.
En 2019, fue parte del equipo que ganó un premio de publicación digital por el mejor boletín informativo para "What on Earth". Puede enviar ideas para historias a Emily.Chung@cbc.ca.