Un aumento en las avistaciones tempranas de búhos nival debido a una posible irrupción ha generado entusiasmo entre amantes de la naturaleza y expertos en aves en Canadá y EE.UU. Se esperan más oportunidades de observar estas aves del Ártico durante el invierno.
En los últimos meses, observadores y centros de rehabilitación de #aves han reportado un incremento en la llegada de ejemplares jóvenes de esta especie, una señal de que podríamos estar viviendo una irrupción inusual, fenómeno que ocurre cada pocos años y que trae a estas aves del Ártico hacia zonas más templadas.
Los #búhos nival son aves propias de las regiones árticas, conocidas por su imponente presencia y su adaptabilidad a las duras condiciones del invierno polar.
Sin embargo, en años de irrupción, grandes números de estos animales aparecen en áreas donde normalmente no se les ve, alimentándose de pequeñas presas como ratones y liebres en campos agrícolas y zonas costeras, especialmente durante los meses más fríos.
Históricamente, estas irrupciones ocurren aproximadamente cada seis años y suelen coincidir con periodos de abundancia en la población de lemmings en el Ártico, su principal fuente de alimento.
Cuando las poblaciones de lemmings están en auge, los cruces y nacimientos de búhos son significativamente mayores, lo que provoca que en temporadas posteriores, tantos ejemplares busquen alimento en zonas más al sur.
En el pasado, las irrupciones más notables se registraron en los años 2013-2014, cuando miles de búhos llegaron desde las zonas subárticas, dejando una huella persistente en la memoria de observadores y científicos.
La de este año, sin embargo, comienza a señalarse con fuerza en informes de avistamientos tempranos en lugares como las llanuras de Alberta y en los alrededores de las tierras agrícolas de Manitoba y Saskatchewan.
Expertos en ornitología y #conservación coinciden en que estos eventos pueden ser tan valiosos como una oportunidad educativa y de sensibilización
Expertos en ornitología y conservación coinciden en que estos eventos pueden ser tan valiosos como una oportunidad educativa y de sensibilización, ya que permiten a las personas acercarse a la naturaleza y comprender mejor los delicados ecosistemas del norte.
Sin embargo, advierten sobre la importancia de observar a estas aves sin perturbarlas, manteniendo siempre una distancia respetuosa y evitando actividades que puedan alterar su comportamiento natural.
La climate change, el aumento de las temperaturas y la reducción de hielo en el Ártico, parecen ser factores que contribuyen a la frecuencia y magnitud de estas irrupciones.
La pérdida de hábitat y la disminución de recursos en las zonas tradicionales de nidificación también impactan en la supervivencia de los búhos nival, empujándolos a buscar alternativas en latitudes menores.
Para quienes deseen observar estos majestuosos ejemplares, expertos aconsejan acudir a áreas abiertas, como campos de cultivo y costas, preferiblemente con guías especializados en avistamientos de aves.
La observación debe realizarse desde lejos para no incomodar a los animales, que necesitan descansar y cazar en silencio. Asimismo, evitar el uso de cebos y la cercanía a las áreas de reproducción ayuda a proteger a los búhos y garantizar que puedan migrar y reproducirse en futuras temporadas.
A lo largo de los años, la población de búhos nival ha mostrado signos de declive, con una disminución estimada de más del 40% en las últimas 20-25 décadas, según registros de diversas organizaciones de conservación en Norteamérica.
La pérdida de hábitat, el cambio climático y los choques con vehículos en áreas urbanas y rurales contribuyen a esta tendencia preocupante.
