Después de más de diez años de obstáculos y retrasos, el ambicioso proyecto para construir uno de los telescopios más grandes del hemisferio norte podría materializarse en las Islas Canarias, gracias a la implicación de España y fondos millonarios provenientes de la Unión Europea.

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Este proyecto, que promete elevar la capacidad de observación del espacio, fue originalmente planificado para instalarse en la cima de Mauna Kea, en Hawái, una ubicación que ofrece condiciones atmosféricas excepcionales para la astronomía.

Sin embargo, las crecientes preocupaciones culturales y ambientales relacionadas con los pueblos indígenas hawaianos detuvieron la construcción, generando retrasos y un incremento en los costes del proyecto.

El GTT pretendía contar con un espejo primario de aproximadamente 30 metros de diámetro, lo que lo convertiría en uno de los mayores #telescopios del mundo.

La tecnología de espejos segmentados, que ha permitido construir instrumentos de dimensiones impresionantes, ha avanzado rápidamente y ha llevado a la comunidad astronómica a buscar nuevas ubicaciones para estos gigantes científicos.

La importancia de contar con un instrumento de esa magnitud radica en su capacidad para captar luz de objetos extremadamente distantes, permitiendo estudiar fenómenos del universo en detalles nunca antes alcanzados.

Desde su inicio, en 2004, múltiples países, incluyendo Canadá, han participado en la financiación y desarrollo del proyecto, aportando recursos cercanos a los 325 millones de euros.

Sin embargo, los conflictos con las comunidades indígenas en Hawái, sumados a los costes de adecuación y las disputas medioambientales, llevaron a la cancelación del proyecto en esa ubicación en 2024.

No obstante, la historia de la #astronomía internacional está llena de ejemplos de obstáculos y avances. La lucha por principios culturales y la protección del medio ambiente ha llevado a replantear y reubicar grandes instalaciones científicas en diferentes partes del mundo.

En ese sentido, #España ha dado un paso decisivo al ofrecer una financiación de aproximadamente 400 millones de euros y proponer la isla de La Palma, en las Islas Canarias, como la nueva ubicación para este gigantesco telescopio.

La isla de La Palma

La isla de La Palma, ubicada en el archipiélago canario en el Atlántico, ya alberga diversos observatorios astronómicos, siendo uno de los mejores lugares del hemisferio occidental para la observación astronómica gracias a su clima estable y altitud de 2.400 metros sobre el nivel del mar. Aunque su altitud y condiciones atmosféricas no alcanzan las de Mauna Kea, su infraestructura y la experiencia acumulada en la zona la convierten en una opción viable para acoger esta nueva joya de la astronomía.

Desde hace años, las comunidades ecológicas y sociales locales, como Ben Magec-Ecologists in Action, han expresado su posición contraria a algunos proyectos de gran escala en la isla, especialmente aquellos que puedan afectar el delicado ecosistema y el patrimonio cultural.

La participación de estos grupos en las decisiones será fundamental para el proyecto, asegurando que las futuras instalaciones respeten el entorno y la cultura local.

El desarrollo del GTT en #La Palma no solo representa un avance científico, sino que también simboliza la importancia de la colaboración internacional y de una planificación respetuosa con las comunidades locales.

La historia de estos mega proyectos muestra que involucrar a las comunidades indígenas y locales desde el principio puede evitar retrasos y sobrecostes, además de promover un uso más ético y socialmente responsable de la tecnología.

En el contexto global, la tendencia a construir gigantes de la astronomía en distintas partes del mundo continúa, con el Observatorio Europeo Extremely Large Telescope (ELT) en Chile y el Giant Magellan Telescope (GMT), también en Chile, liderando en tamaño y tecnología.

La competencia y colaboración entre estos proyectos impulsan avances en una de las áreas más fascinantes de la ciencia.

Finalmente, la reubicación del proyecto en La Palma representa una esperanza renovada para la comunidad astronómica, que podrá seguir explorando los confines del universo con una tecnología avanzada, en un país que apuesta por la #ciencia y la conservación.