Los recientes cambios en el impuesto interno han generado una notable reducción en los precios de venta de automóviles nuevos, afectando principalmente a las gamas media y alta.
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Recientemente, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció importantes modificaciones en la política fiscal que reconfiguran el panorama del mercado automotriz.
Estas modificaciones se centran en la eliminación total de impuestos internos para los vehículos cuyo valor oscila entre 41.000 y 75.000 euros, un cambio significativo ya que anteriormente estos autos cargaban un gravamen del 20%. Además, para los autos cuyo precio supera los 75.000 euros, la alícuota se reducirá del 35% al 18%. Este anuncio provoca reacciones fuertes entre los consumidores y fabricantes, especialmente en un contexto donde los precios de los autos nuevos son un tema candente.
Vale la pena señalar que estas reformas no tienen un impacto directo en los vehículos más asequibles, pues estos modelos ya están exentos del llamado 'impuesto al lujo'.
Sin embargo, las alteraciones en los precios de venta para las categorías intermedias y altas podrían influir en una posible reducción más generalizada en el mercado.
Esto es relevante sobre todo en el sector de las pickups, que aunque no están afectadas directamente por este impuesto, compiten estrechamente con los SUV, cuyas tarifas pueden verse disminuidas.
Los primeros en agendar los nuevos precios fueron los fabricantes Ford y Toyota, exhibiendo rebajas de hasta el 18% en algunas de sus líneas de productos.
Con el avance de febrero, otras marcas comenzaron a seguir su ejemplo, utilizando estrategias similares para ajustar sus precios a un mercado que cambia rápidamente.
Tomando como referencia algunos modelos específicos, se pueden observar reducciones significativas en varias marcas. Por ejemplo, el modelo Alfa Romeo Tonale Sprint FWD ha visto su precio bajar de aproximadamente 54.500 euros a 49.500 euros, una rebaja visualmente atractiva para los consumidores. Modelos de Audi como el A3 Sedan han sido cotizados anteriormente en 48.000 euros, y ahora se ofrecen por cerca de 43.500 euros, convirtiéndose en una opción más asequible para una mayor cantidad de personas.
De igual manera, en el sector de SUV, marcas como BMW están ajustando sus precios: el X2, por ejemplo, pasó de 54.500 euros a 49.000 euros, una reducción considerable que puede incentivar más ventas.
El mercado automotriz, que ya atravesaba ritmos lentos de recuperación, se ve ahora con un nuevo aliento, impulsado por la disminución de costos que se podría traducir en un mayor volumen de ventas.
Expertos sugieren que este es un momento ideal para que consumidores potenciales evalúen opciones en el mercado, dado que la tendencia de reducción de precios puede continuar en adelante.
Además, históricamente, las modificaciones fiscales en el sector automotriz han generado variaciones en el comportamiento del consumidor. En épocas anteriores, cuando se implementaron reformas similares, se observó un aumento en la demanda de modelos específicos, lo que llevó a ciertos fabricantes a ajustar su producción para satisfacer la nueva necesidad del mercado.
Este contexto histórico resalta cómo un simple ajuste impositivo puede generar un efecto dominó sobre la economía automovilística.
Con el enfoque en el futuro, la industria automotriz se encuentra en la expectativa de un auge en la demanda, lo que podría traer consigo una revitalización importante de los modelos que, anteriormente, se encontraban en un estado menos competitivo.
Así, estos cambios legislativos no solo marcan una diferencia en los precios sino que representan un cambio en el eje del mercado del automóvil en su conjunto.