El expresidente boliviano anunció su intención de postularse a la presidencia en los comicios de agosto, en medio de incertidumbre y negociaciones políticas.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien gobernó el país entre 2006 y 2019 y fue una figura central en la política boliviana durante más de una década, ha anunciado que se está preparando para inscribirse como candidato en las próximas elecciones presidenciales del país.
Aunque aún no cuenta con un partido oficial que respalde su candidatura, Morales confirmó que está ultimando los detalles para presentarse en los comicios que se celebrarán el 17 de agosto.
La noticia ha generado revuelo en el escenario político boliviano, pues su participación podría influir significativamente en la contienda.
Morales, quien en 2020 intentó regresar a la presidencia tras su renuncia en 2019 tras una polémica crisis electoral, expresó en su programa dominical transmitido por la radio Kawsachun Coca que los días 15 y 16 de mayo se realizarán reuniones en La Paz para definir su candidatura.
La participación de Morales en estas elecciones marca un momento histórico, ya que después de perder el control del Movimiento al Socialismo (MAS), partido que fundó y dirigió durante casi 30 años, ahora busca volver a protagonizar la política boliviana desde fuera de su antigua agrupación.
El exmandatario también señaló que dos bloques políticos están en la mira para no ser reconocidos si él decide utilizar las siglas de alguna agrupación para postularse.
Esto sucede en un contexto en el que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) revocó la semana pasada la personería jurídica de dos partidos políticos: el Partido de Acción Nacional Boliviano (PanBol) y Frente para la Victoria (FPV).
La medida impide que estas agrupaciones participen en los comicios, según las leyes electorales vigentes.
El FPV era la alianza con la que Morales planeaba postularse en anteriores elecciones, pero tras la ruptura del acuerdo, el exmandatario ha anunciado que está negociando con otros frentes políticos.
Aún no revela cuál será el partido con el que finalmente inscribirá su candidatura, pero ha asegurado que la opción está «garantizada». Sin embargo, en el escenario político actual, hay una notable incertidumbre respecto a qué fuerzas respaldarán su postulación.
Morales no ha evitado criticar lo que considera una doble vara en las habilitaciones. El expresidente afirmó que otros candidatos, incluso extranjeros y líderes de alianzas políticas distintas, han sido habilitados con procesos judiciales y sentencias favorables, mientras que a él y a su movimiento se les ha dificultado aún más su participación, a pesar de ser una figura reconocida y con una base popular importante.
Estas declaraciones reflejan la tensión que existe entre sus seguidores y las autoridades electorales.
Por otra parte, Morales reconoció que existe una competencia interna entre sus dirigentes para postularse a cargos legislativos, como diputados y senadores.
Sin embargo, dejó en claro que su prioridad es ganar las elecciones presidenciales bajo su candidatura, y que todos los esfuerzos están enfocados en esa meta.
En esta línea, un fallo judicial y decisiones del TSE reconocieron a Grover García, afín al actual presidente Luis Arce, como nuevo presidente del MAS, en reemplazo de Morales.
Esto evidenció la ruptura definitiva entre ambos líderes.
Tras su salida del MAS, Morales fundó un nuevo bloque llamado Evo Pueblo, que aglutina a sus seguidores y que tiene como objetivo participar en los comicios con un partido «prestado».
La participación de Morales en estas elecciones será la primera en la que su antiguo partido no tendrá presencia oficial, ya que recientemente también se suspendió un acto de proclamación donde el actual mandatario Luis Arce iba a anunciar su intención de reelección.
Las diferencias entre Morales y Arce, quienes compartieron el liderazgo del MAS durante años, se profundizaron desde finales de 2021, principalmente por desacuerdos sobre las decisiones de gobierno, el control del partido y las candidaturas presidenciales.
La lucha por el poder y las aspiraciones de ambos líderes continúan marcando el escenario político boliviano.
El Tribunal Supremo Electoral ha establecido que la inscripción de candidaturas presidenciales se realizará entre el 14 y el 19 de mayo, dejando en claro que el proceso de selección y habilitación será crucial en las próximas semanas.
La participación de Evo Morales en las elecciones sin el respaldo oficial de su antigua agrupación y con un partido «prestado» representa un capítulo novedoso en la historia política de Bolivia, que seguramente tendrá repercusiones en el desarrollo de los comicios y en el futuro del país.
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