En sus primeros 100 días tras regresar al poder, Donald Trump ha impulsado una campaña para eliminar las políticas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI), generando cambios significativos en el panorama laboral y social del país. Su enfoque basado en el mérito ha provocado controversia y resistencia tanto en el sector público como en el privado.

Tras aproximadamente 100 días desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha lanzado una serie de medidas y declaraciones que están transformando el escenario social y económico de Estados Unidos.
Una de las acciones más polémicas ha sido su intención de reemplazar las políticas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI) en el sector público y privado, promoviendo un sistema basado únicamente en el mérito.
Este cambio de enfoque tiene raíces profundas en la historia del país, donde las políticas de DEI surgieron en respuesta a décadas de desigualdades raciales y de género.
La muerte de George Floyd en 2020, por ejemplo, aceleró la implementación de programas destinados a aumentar la representación de grupos históricamente marginados en cargos directivos y en el mundo corporativo.
Entre 2020 y 2022, se observó un incremento cercano al 27% en el número de ejecutivos negros en las principales empresas del índice S&P 100, según datos del gobierno federal y análisis de expertos.
Sin embargo, la tendencia empezó a revertirse en 2023. La cantidad de ejecutivos afroamericanos en esas compañías disminuyó un 3% respecto al año anterior, en un contexto donde las voces críticas han argumentado que las políticas de DEI fomentan divisiones y establecen cuotas que, según sus detractores, violan principios constitucionales de igualdad sin considerar el mérito.
El propio vicepresidente de la Casa Blanca, Stephen Miller, ha sido una figura central en esta campaña contra la agenda de diversidad. Desde la administración Trump anterior, Miller ha abogado por un sistema que priorice la selección de candidatos según sus capacidades y logros, sin tener en cuenta características como raza o género.
En declaraciones recientes, afirmó que "la administración no permitirá que nuestra sociedad se hunda en una ideología woke y en políticas de DEI que, en su opinión, fomentan la división y el atraso económico".
Donald Trump se convierte en el primer presidente de los Estados Unidos en tener una foto de ficha policial
Donald Trump ha pasado a la historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en tomar una foto de ficha policial. Esta imagen simboliza su responsabilidad legal y su desafío ante la ley.Este discurso ha sido respaldado por varias organizaciones que han presentado desafíos legales contra prácticas en empresas y universidades que buscan cumplir metas de diversidad.
La organización de Miller, America First Legal, ha promovido acciones legales que califican estas metas como cuotas raciales y de género, consideradas ilegales en muchos ámbitos.
Por su parte, los defensores de la diversidad argumentan que la inclusión y la igualdad son fundamentales para potenciar la innovación y el crecimiento económico.
Expertos como Paul Argenti, profesor de comunicación corporativa en Dartmouth, señalan que "las organizaciones que priorizan la meritocracia también deben asegurar una participación equitativa de candidatos diversos para ser verdaderamente efectivas".
A pesar de la presión política, muchas corporaciones de gran tamaño como Costco, Marriott, Starbucks y Cisco han mantenido su compromiso con las políticas de DEI, defendiendo que estas iniciativas no solo son justas, sino que también contribuyen a una mejor cultura organizacional y competitividad en el mercado global.
El debate continúa, y mientras algunos sectores avanza hacia un sistema que priorice únicamente las habilidades y logros, otros mantienen firme la importancia de la diversidad para reflejar la realidad social del país.
La tendencia indica que, en los próximos años, las políticas de DEI seguirán siendo tema central en la agenda política y empresarial de Estados Unidos, enfrentando resistencias y apoyos en igual medida.