En 2025, los modelos de trabajo híbrido están revolucionando los entornos laborales, combinando flexibilidad y colaboración, y adaptándose a las nuevas necesidades de empleados y empresas.

Este fenómeno refleja cómo tanto las empresas como los empleados están priorizando la flexibilidad como un elemento clave en la cultura laboral moderna.

A la vez, el #trabajo híbrido se ha convertido en una prioridad para cerca de la mitad de los trabajadores remotos o en modalidad híbrida, quienes estarían dispuestos a buscar nuevas oportunidades laborales si se les exige regresar a la oficina.

Esta tendencia indica que la flexibilidad ya no es solo un beneficio adicional, sino un factor esencial para mantener la motivación, el compromiso y la retención del talento.

Kim Keating, consultora de #recursos humanos con sede en Washington D.C., explica que la cultura laboral híbrida está ganando terreno porque combina lo mejor de ambos mundos: la flexibilidad para los empleados y la colaboración significativa en equipo.

A medida que las grandes corporaciones experimentan con diferentes estructuras híbridas, han surgido cinco modelos predominantes que están moldeando el futuro del trabajo.

El primer modelo, llamado 'división semanal predictible', consiste en que los empleados trabajan en la oficina en días determinados y en remoto el resto de la semana.

Este esquema resulta atractivo porque ofrece predictibilidad, estructura y cierta flexibilidad, siendo ideal para organizaciones de tamaño mediano o aquellas con empleados que requieren supervisión cercana, como los que están en proceso de capacitación.

El segundo, conocido como 'modelo de días alternos', implica que los equipos rotan en qué días acuden a la oficina. Por ejemplo, un grupo puede asistir los lunes y miércoles, mientras otro lo hace los martes y jueves. Este sistema ayuda a gestionar la densidad en la oficina y es útil para equipos que necesitan compartir recursos físicos, como laboratorios o equipamiento especializado.

El tercer esquema, la 'rotación semanal', contempla que los equipos alternan semanas completas en la oficina y en remoto. Este método favorece la colaboración internacional y la concentración en tareas específicas, ya que permite a los empleados dedicar semanas enteras a trabajo individual o en equipo, reduciendo conflictos en reuniones diarias.

El cuarto modelo, el 'modelo de horarios gestionados por el gerente', otorga a los líderes la potestad de definir los días en los que su equipo trabaja en la oficina o en casa.

Algunos managers establecen días específicos, mientras que otros permiten que los empleados elijan sus días preferidos. La clave aquí, supuestamente, es la comunicación clara y la alineación con los objetivos empresariales, para evitar desigualdades en la experiencia laboral.

Por último, el 'modelo de decisión del empleado' otorga total autonomía a los trabajadores para decidir cuándo acudir a la oficina. Aunque puede parecer arriesgado, presuntamente en culturas basadas en la confianza y con una orientación a resultados, este esquema fomenta la autonomía, la satisfacción laboral y la retención del talento, especialmente en sectores como tecnología, consultoría y creatividad.

Keating recomienda explicar claramente cómo un horario flexible mejora la #productividad y el bienestar

Para los empleados que desean defender su preferencia por un esquema híbrido, la preparación es fundamental. Keating recomienda explicar claramente cómo un horario flexible mejora la productividad y el bienestar, respaldándolo con ejemplos concretos. También sugiere proponer períodos de prueba de entre 30 y 90 días, permitiendo evaluar la efectividad del modelo sin compromisos a largo plazo.

Este tipo de conversaciones sobre modalidades de trabajo son cada vez más frecuentes en la vida laboral moderna. Aprender a negociar y defender un esquema que se ajuste a las necesidades personales y profesionales será clave para el éxito y el crecimiento profesional en los años venideros.