Descubre las variables sociales y personales que influyen en el síndrome de burn-out en el trabajo y cómo abordar esta situación.
En la ciudad de Zaragoza, la psicóloga Elisa Navarro plantea un cuestionario para evaluar el grado de satisfacción laboral.
Este cuestionario consta de diversas preguntas, en las cuales los participantes deben puntuar del 1 al 9 su nivel de felicidad, realización, expectativas cumplidas, garantía de independencia, descripción del ambiente laboral y equilibrio entre vida personal y profesional.
Si la suma de los resultados de este cuestionario es inferior a 27 puntos, significa que el grado de satisfacción está muy bajo y podría ser necesario plantearse un cambio de trabajo.
Por otro lado, si la puntuación se acerca a 54 puntos, el participante puede considerarse afortunado, ya que su trabajo se ajusta a sus necesidades.
Aunque este cuestionario se plantea en forma de juego, el síndrome de burn-out es un tema serio y cada vez más personas lo experimentan.
Este síndrome se caracteriza por un desgaste mental y físico que genera ansiedad, depresión, irritabilidad y desesperanza.
Según los expertos del Colegio Profesional de Psicología de Aragón, existen variables sociales y personales que influyen en su aparición.
Entre las variables sociales, la inaccesibilidad a la vivienda es un factor que afecta especialmente a los jóvenes.
El alquiler de un piso puede resultar complicado y la dificultad para llegar a fin de mes con un trabajo precario dificulta la emancipación de los jóvenes.
Además, trabajos inestables y precarios junto con la falta de organización en las empresas también contribuyen al desgaste del trabajador/a.
En cuanto a las variables personales, el perfeccionismo mal entendido es un factor que genera inseguridad y miedo a equivocarse.
La autoexigencia excesiva también puede afectar la motivación y llevar a la sensación de que nunca es suficiente.
El autocuidado y el trato respetuoso hacia uno mismo son fundamentales para evitar el síndrome de burn-out.
Otra variable personal importante es la dificultad para separar el tiempo de ocio del tiempo de trabajo.
La falta de límites y la hiperactividad constante pueden agotar mentalmente al trabajador/a.
Además, el miedo a la pérdida y la filosofía del 'lo malo conocido' también pueden llevar a permanecer en un trabajo insatisfactorio.
Es fundamental ser consciente de la influencia de estas variables y abordarlas de forma consciente.
Cambiar el lenguaje interno negativo por palabras como 'voy', 'quiero' y 'necesito', así como promover la autoaceptación incondicional y sin excusas, son pasos importantes para evitar el síndrome de burn-out en el trabajo.
Como recomendación, la psicóloga sugiere el libro 'Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz' de Walter Riso, que aborda el tema del perfeccionismo y promueve una autoaceptación saludable.