Incertidumbre en Niagara Falls por el futuro de Marineland y sus animales tras rechazo a su exportación

Incertidumbre en Niagara Falls por el futuro de Marineland y sus animales tras rechazo a su exportación

A casi dos meses de que Ottawa rechazara la solicitud de Marineland para exportar sus belugas, la comunidad de Niagara Falls enfrenta una situación incierta respecto al destino del parque cerrado y sus cetáceos, incluyendo hasta 30 belugas y cuatro delfines. La falta de avances y las propuestas de diferentes grupos generan preocupación en la región.

Niagara Falls continúa en un estado de incertidumbre y expectativa en relación con el futuro del emblemático parque #Marineland y sus animales marinos, especialmente después de que Ottawa negara a fines de 2025 la petición del parque para exportar sus cetáceos, lo que ha dejado en suspenso el destino de cerca de 30 #belugas y cuatro delfines que aún permanecen en sus instalaciones.

El parque, que en el pasado fue uno de los principales motores económicos de la región y una atracción turística muy visitada, ha cerrado sus puertas desde el verano de 2024 y actualmente enfrenta una difícil situación financiera y legal.

Tras la muerte de sus antiguos propietarios, los Holer, en 2018 y 2024, el patrimonio quedó en un fideicomiso, lo que imposibilita decisiones inmediatas sobre la gestión del sitio.

El terreno de aproximadamente 320 hectáreas, situado junto a la famosa Catarata del Niágara, se presenta como una de las zonas de mayor potencial turístico y de desarrollo inmobiliario en Canadá.

Sin embargo, la controversia en torno a sus animales complican cualquier plan de reconversión. La principal preocupación de las autoridades locales y de los inversores es el cuidado y bienestar de los cetáceos, que requieren una inversión mensual estimada en unos 2 millones de euros (2,3 millones de dólares canadienses), recursos que algunos consideran excesivos y difíciles de sostener.

Desde la negativa de Ottawa a permitir el traslado de las belugas a un acuario en China, las propuestas para el futuro del parque y sus animales han sido variadas.

Entre ellas, destaca un proyecto de una compañía de Nueva Jersey que propone convertir Marineland en un centro de entretenimiento de múltiples millones de euros (unos 3.100 millones de euros), llamado The Niagara Experience, que incluiría hoteles, casinos, un espacio deportivo, un recinto de eventos y un santuario para cetáceos.

Este plan, presentado con tecnología de inteligencia artificial, contempla también la creación de un centro de datos en el sitio para generar ingresos destinados al cuidado animal.

Sin embargo, aún no ha obtenido la aprobación definitiva del gobierno de Ontario, a pesar del interés manifestado por el primer ministro provincial, Doug Ford, quien en marzo de 2025 señaló que la gestión del parque corresponde a los propietarios y no a la administración pública.

Que trabajó en Marineland en su adolescencia— desean que el sitio vuelva a generar empleo y actividad económica para la región

Mientras tanto, en la comunidad local, las opiniones están divididas. Algunos ex empleados —como Vince Forte, que trabajó en Marineland en su adolescencia— desean que el sitio vuelva a generar empleo y actividad económica para la región.

Otros, como Barry Baumour, proponen convertirlo en un gran centro de entretenimiento para atraer turismo y potenciar la economía local.

La ley de 2019, conocida como la 'Ley para acabar con la cautividad de ballenas y delfines', prohibió en Canadá el uso de estos animales para la exhibición y reproducción, lo que complicó aún más las operaciones del parque y llevó al cierre de sus instalaciones tras múltiples controversias y acusaciones de maltrato animal.

Desde entonces, al menos 19 belugas han muerto en Marineland y la última orca, llamada Kiska, falleció en 2023.

El debate sobre qué hacer con las belugas continúa abierto. Una opción planteada es su traslado a un santuario en la costa este de Canadá, en Nova Scotia, en un proyecto que aún está en etapas iniciales y que solo podría albergar a un número limitado de estos animales.

La complejidad de recoger a los cetáceos en buenas condiciones, transportarlos y asegurar su bienestar a largo plazo, ha generado dudas entre expertos y organizaciones de conservación.

Por su parte, propuestas como la de Knapp Capital Management, una firma con sede en Nueva Jersey, apuntan a mantener a las belugas en un entorno cercano a su hábitat natural, en lugar de desplazarlas lejos de casa.

La propuesta, valorada en unos 3.860 millones de euros (5.300 millones de dólares canadienses), contempla además la creación de un complejo de entretenimiento que integraría espectáculos, hoteles y hasta un santuario de ballenas, siempre con la intención de mantener la atención en la conservación.

En conclusión, #Niagara Falls se encuentra en una encrucijada. La región espera que, en un futuro cercano, se defina un plan que equilibrio entre la protección del medio ambiente, los derechos de los animales y el potencial económico que representa su emblemático parque.

La comunidad y las autoridades locales están abiertas a escuchar ideas que puedan revitalizar este espacio, pero la protección de sus cetáceos sigue siendo uno de los mayores desafíos.

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