La comunidad indígena Kitigan Zibi Anishinābeg solicita acciones urgentes para preservar la población de anguilas americanas en el río Ottawa, enfrentando prácticas dañinas en las represas de la cuenca del río San Lorenzo.
La Comunidad Indígena Kitigan Zibi Anishinābeg, ubicada en Quebec, ha hecho un llamado urgente a los gobiernos provincial y federal para que implementen medidas de protección para las anguilas americanas, una especie que ha visto una drástica disminución en su población debido a prácticas perjudiciales en las represas de la cuenca del río San Lorenzo.
Según la Federación Canadiense de Vida Silvestre, las anguilas solían representar el 50% de la biomasa del río Ottawa, pero en la actualidad solamente constituyen menos del 1% del ecosistema.
El consejo tribal de KZA (Kitigan Zibi Anishinābeg) aprobó una resolución el pasado 26 de noviembre, instando al gobierno de la Coalición Avenir Québec (CAQ) y a Pesca y Océanos Canadá a tomar medidas en la estación generadora de Carillon, específicamente diseñada para su remodelación.
El exjefe Gilbert Whiteduck expresó en una entrevista que la anguila americana tiene un significado sagrado para su comunidad y que es fundamental restaurar la conexión de su pueblo con esta especie, que además de ser alimento tradicional, también tiene propiedades medicinales.
"Estamos perdiendo un poco de lo que somos", comentó Whiteduck.
"Es crucial poner en práctica esta reconciliación a través de gestos concretos, es hora de dejar de hablar y pasar a la acción". En este sentido, enfatizó que su comunidad desea recuperar la capacidad de pescar anguilas, algo que han hecho durante generaciones.
Nicolás Lapointe, biólogo de conservación de la Federación Canadiense de Vida Silvestre, explicó que las anguilas son migratorias y que su ciclo de vida depende de poder moverse entre aguas dulces y saladas.
Sin embargo, las represas y otras barreras construidas por humanos impiden estos movimientos y, de hecho, las turbinas de las represas pueden matar entre el 20 y el 50% de las anguilas que intentan migrar.
La comunidad KZA está tratando de prevenir una mayor pérdida de biodiversidad en el área con su resolución.
Patrick Gravel, consultor de biodiversidad, describió la situación como un "minuto para la medianoche". Esta opinión es apoyada por Larissa Holman, directora de ciencia y políticas del Ottawa Riverkeeper, quien aseguró que se ha observado una reducción del 99% de la población de anguilas americanas en el río Ottawa, lo que constituye un grave problema para la protección de la biodiversidad.
Según informes de Hydro-Québec, la empresa ha estado transfiriendo anualmente 400 anguilas río arriba, pero tanto Lapointe como Holman coinciden en que esta medida no es suficiente.
Los expertos también sugieren que la instalación de turbinas seguras para peces y "escaleras para peces" que les permitan evitar las represas podría reducir los índices de mortalidad entre las anguilas.
Hydro-Québec, en respuesta a las inquietudes, confirmó que está "evaluando soluciones posibles" junto a sus socios, mientras que el Ministerio del Medio Ambiente ha reconocido que las anguilas americanas están bajo vigilancia y podrían ser clasificadas como una especie amenazada o vulnerable.
A pesar de que los registros indican una disminución significativa entre 1990 y 2010, el ministerio sostiene que actualmente no se espera un nuevo descenso en su población.
Es indiscutible que la situación de las anguilas americanas en el río Ottawa requiere atención urgentemente, no solo por su relevancia en la cultura y espiritualidad de la comunidad KZA, sino también por su papel integral en el ecosistema local.