La reciente liberación del dólar genera dudas en el sector automotriz, donde varias marcas deciden mantener precios a pesar de la devaluación.

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La reciente liberación del dólar, implementada esta semana, ha generado un ambiente de incertidumbre tanto en los fabricantes de automóviles como entre los consumidores.

En el primer día de aplicación, el valor de la moneda estadounidense experimentó un notable incremento del 12%, lo que llevó a las empresas del sector a evaluar la situación y sus estrategias de precios.

A pesar de esta situación volátil, varias automotrices han manifestado su intención de no modificar las listas de precios que habían establecido a principios de abril.

Estas listas ya mostraban un incremento de entre el 1% y el 2% en comparación con marzo. Ford fue una de las primeras en emitir un comunicado, indicando su decisión de mantener la estructura de ventas y facturación. "Estamos analizando la medida detenidamente, pero confiamos que, junto con las recientes reducciones de impuestos, esto pueda traer efectos positivos al sector", dijo Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Sudamérica.

Otra importante empresa, Stellantis, que incluye marcas como Fiat, Peugeot, Jeep, Citroën, RAM y DS, se alineó con esta estrategia, explicando que el objetivo primordial es sostener los precios y las condiciones comerciales acordadas a principios de abril.

Asimismo, Renault, que recientemente presentó los modelos Kangoo y Logan a GNC, manifestó su intención de mantener los precios sin cambios. Valentina Solari, directora comercial de Renault, afirmó durante el evento de lanzamiento: "No incrementaremos los precios. A pesar de la ligera devaluación, seguimos ofreciendo los mismos precios que teníamos en nuestra lista oficial del primero de abril". En este contexto, el modelo Kwid de Renault, que se posiciona como el más asequible del mercado, experimentó un aumento del 1,2% respecto a marzo, estableciendo su precio en 18.750.000 ARS (alrededor de 40.308 euros).

Toyota y Chevrolet también se unieron a la postura de no elevar los precios en este periodo incierto. Toyota, reconocida por ser la principal productora y exportadora de vehículos en Argentina, ocupa el segundo lugar en términos de ventas, muy detrás de Volkswagen.

Esta última, sin embargo, fue la única marca generalista que decidió incrementar sus precios en la primera semana posterior al fin del control cambiario.

El aumento fue del 3,6% en toda su gama de modelos, con la gama alta de Amarok superando los 80 millones de ARS (aproximadamente 168.188 euros).

Así las cosas, los nuevos aumentos en Volkswagen resultaron en un incremento del 5,1% en relación con los precios de marzo. Esta modificación de precios llevó a que la marca alemana ya no ofreciese modelos por debajo de 30 millones de ARS (cerca de 63.271 euros). El Polo Track MSI, que era el único modelo que se ofrecía a ese precio, ahora se vende a 30.390.450 ARS (más de 63.500 euros).

Por lo tanto, la situación actual del mercado automotriz en Argentina refleja un panorama de cautela, donde las marcas prefieren no alterar sus listas de precios en un contexto de inestabilidad cambiaria.

Observando la historia, la relación del peso argentino con el dólar ha sido siempre volátil, afectando la industria y la economía en general. Esta situación nos recuerda épocas pasadas, cuando cambios abruptos del tipo de cambio traían consigo grandes desafíos para el sector productivo.