El gobierno mexicano continúa fortaleciendo su red carretera con una inversión de más de 2.300 millones de euros en 2025, generando más de 162 mil empleos directos e indirectos, en el marco de la Cuarta Transformación para el bienestar de la población.

El Programa de Infraestructura Carretera en México avanza de manera significativa con una inversión prevista de aproximadamente 2.300 millones de euros para el año 2025, un monto que refleja el compromiso del gobierno en modernizar y ampliar la red vial del país. Este plan forma parte de una estrategia integral que busca fortalecer la conectividad, impulsar el desarrollo económico y crear millones de empleos en beneficio de la población.
Desde 2025 hasta 2030, se tiene proyectado destinar cerca de 4.600 millones de euros para la construcción, rehabilitación y modernización de más de 4.100 kilómetros de carreteras, puentes, caminos rurales y acciones de mantenimiento. Este esfuerzo incluye la ejecución de 109 kilómetros de obras de continuidad, así como la modernización de 2.220 kilómetros en los diez ejes prioritarios del país. Además, se contempla la realización de 16 kilómetros adicionales de puentes y distribuciones viales, que facilitarán una circulación más segura y eficiente.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), ha informado que en 2025 se generarán más de 162 mil empleos directos e indirectos, una cifra que demuestra el impacto positivo de estas inversiones en la economía local, especialmente en zonas rurales y regiones marginadas.
A lo largo de todo el sexenio, se estima que se crearán más de 1,1 millones de empleos, consolidando así el compromiso del gobierno con la generación de oportunidades laborales.
Entre los proyectos destacados se encuentran la conclusión de obras emblemáticas como el Puente Rizo de Oro en Chiapas, programado para finalizar en octubre, y el Puente Nichupté en Quintana Roo, que se entregará en diciembre, ambos con inversiones que equivaldrían a unos 20 y 12 millones de euros respectivamente.
La modernización de caminos rurales y caminos artesanales en once estados, incluyendo Guerrero, Oaxaca, Durango, y Nayarit, también recibe atención prioritaria con una inversión estimada en 70 millones de euros.
El programa también contempla acciones de conservación rutinaria y periódica, con una inversión de aproximadamente 750 millones de euros, para mantener en buenas condiciones los 48.653 kilómetros de caminos y carreteras del país. La primera fase del programa de bacheo, que cubrió 45.900 kilómetros y atendió cerca de 290 mil baches, ya se concluyó y se está en proceso de finalizar 668 kilómetros adicionales de mantenimiento periódico.
Asimismo, en 2025, el gobierno adquirirá 20 equipos de repavimentación que serán distribuidos en diferentes estados, incluyendo Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua y Oaxaca, para mejorar las labores de mantenimiento vial sin la necesidad de contratar empresas externas.
Este esfuerzo también incluye la implementación de tecnologías modernas y la capacitación de personal en la operación de estos equipos.
Este plan de infraestructura vial no solo busca mejorar la movilidad y seguridad en las carreteras, sino también impulsar la economía y reducir las desigualdades regionales.
La inversión en obras públicas, como las carreteras y el Tren Maya, refleja la apuesta del gobierno por utilizar recursos públicos en beneficio de toda la población, en contraste con administraciones anteriores que privilegiaron concesiones y privatizaciones.
En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum resaltó que con estas acciones se cumple con el compromiso de reinvertir los recursos del pueblo en obras que beneficien a todos, promoviendo un desarrollo equitativo y sustentable.
La inversión en infraestructura ha sido una de las principales banderas de la Cuarta Transformación, que busca transformar la vida pública y promover un crecimiento que incluya a todas las comunidades del país.