El gobierno mexicano presenta un portafolio con casi 2000 proyectos de inversión que representan el 16% del PIB, demostrando la solidez de su economía a pesar de los retos globales.

El Gobierno de México ha dado a conocer su Portafolio para la Prosperidad Compartida, un ambicioso programa que actualmente contempla la ejecución de 1.937 proyectos en todo el país, con una inversión total que supera los 250 mil millones de euros (equivalente a 298 mil millones de dólares). Este portafolio representa aproximadamente el 16% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, una cifra que subraya la importancia y el peso de estas iniciativas para la economía nacional.
Desde su creación, el portafolio ha sido una pieza clave en la estrategia del gobierno para impulsar el desarrollo sostenible, reducir las importaciones y fortalecer la soberanía en sectores vitales como la energía y la alimentación.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, resaltó en una conferencia de prensa que la economía mexicana se mantiene sólida, sin signos de inflación y con una gestión responsable en el uso de los recursos públicos.
Sheinbaum afirmó que “la estabilidad macroeconómica, la responsabilidad en el manejo del presupuesto y la independencia del Banco de México, que ha tomado decisiones acertadas como la reducción de tasas de interés, son factores que contribuyen a la fortaleza del país.” Además, destacó que “la inversión pública y privada continúa creciendo a través del Plan México, generando empleo y bienestar para las y los mexicanos”.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, coordina una mesa de trabajo que involucra a dependencias del gobierno, gobiernos estatales y municipales para garantizar la concreción de estos proyectos.
La finalidad es atraer tanto inversión nacional como extranjera, identificar las necesidades específicas de cada región y facilitar la organización institucional para potenciar los resultados.
Los proyectos distribuidos en las 32 entidades federativas abordan sectores como la manufactura, energía, agua y gas, reflejando un enfoque integral en el desarrollo económico.
Entre los estados con mayor presencia se encuentran Baja California, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Chihuahua. Sin embargo, también se identifican desafíos en áreas como el agua, el medio ambiente y la infraestructura, con 446 proyectos considerados prioritarios por sus retos específicos.
El Plan México, que sustenta este portafolio, tiene como objetivos principales aumentar la producción nacional, promover lo hecho en México y reducir la dependencia de importaciones.
Además, busca ampliar la capacidad de generación de energías limpias y fortalecer la soberanía alimentaria y energética del país. En términos históricos, México ha tenido una economía resilient desde mediados del siglo XX, enfrentando crisis financieras y cambios estructurales, lo que ha permitido que hoy en día su economía tenga una de las mayores tasas de crecimiento en América Latina.
A pesar de los desafíos internacionales, como la volatilidad de los mercados globales y la fluctuación de los precios del petróleo, México ha logrado mantener una posición estable gracias a políticas macroeconómicas responsables.
La inversión en infraestructura y energías renovables, junto con el impulso a la producción local, ha sido clave para este éxito.
En conclusión, el programa de inversión social y económica en México refleja un compromiso fuerte del gobierno para impulsar el bienestar y la prosperidad compartida, consolidando al país como uno de los referentes en crecimiento económico en la región.
La continuidad de estas iniciativas y la colaboración entre diferentes niveles de gobierno y el sector privado serán esenciales para seguir consolidando estos logros y enfrentar los retos futuros.