URA finaliza la erradicación de bambú invasor en Zaldibar para salvaguardar la biodiversidad local. Inversión de 32,594 € en un proyecto respaldado por el FEDER.

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En la localidad de Zaldibar, específicamente en el arroyo Bekoerreka, la Agencia del Agua de Euskadi (URA) ha concluido recientemente un proyecto de erradicación de 174 metros cúbicos de bambú (Phyllostachys sp.) en una extensión de 600 metros cuadrados. Este esfuerzo, dirigido a controlar la expansión de especies invasoras, se ha llevado a cabo en el contexto de una iniciativa más amplia de restauración y conservación de ríos.

Las tareas, que se desarrollaron a lo largo de cuatro semanas, requirieron una inversión total de 32.594 € y se realizaron con la intención de mitigar los efectos negativos que el bambú puede tener sobre los ecosistemas locales. La intervención comenzó con el corte de la parte aérea de la planta utilizando motosierras, seguido por la extracción de las raíces subterráneas, también conocidas como rizomas, a través del uso de maquinaria adecuada.

Los residuos generados en el proceso, tanto los aéreos como los rizomas, fueron enviados a un gestor autorizado para su uso como biomasa, promoviendo así un enfoque sostenible en la gestión de desechos.

De manera adicional, se llevó a cabo una revisión manual para asegurar que no quedaran restos de rizomas en el suelo, contribuyendo a la efectividad del control de esta especie invasora.

Para la rehabilitación de la ribera afectada, se instalaron ramas recubiertas con mantas de yute, lo que ayuda a estabilizar el suelo y prevenir la erosión.

A lo largo de la parte inferior de la ribera, se alinearon haces de ramas paralelas al cauce del arroyo y se incorporó tierra fértil en la zona, lo que contribuye a la recuperación del área.

Posteriormente, se realizó la revegetación de la zona mediante la plantación de arbustos y árboles autóctonos, así como la siembra de herbáceas típicas de la aliseda cantábrica.

El bambú, al ser una especie invasora, representa un riesgo significativo para la biodiversidad local. Su capacidad para desplazar vegetación nativa no solo puede alterar la composición del ecosistema, sino que también tiene la potencialidad de modificar los patrones de erosión del suelo y consumir grandes cantidades de agua, afectando así a las especies autóctonas que dependen de estos recursos.

Este proyecto de erradicación cuenta con el respaldo financiero del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para el periodo 2021-2027, lo que demuestra el compromiso de las instituciones europeas y locales en la lucha contra la pérdida de biodiversidad y la promoción de prácticas sostenibles en la gestión de recursos naturales.