La Consejera de Alimentación del País Vasco subraya la importancia de fortalecer la vigilancia sobre la pesca en el Atlántico para proteger las especies y garantizar la sostenibilidad, destacando la insuficiencia de las medidas actuales de control.

Durante su participación en el Arrain Azoka de Bermeo, Amaia Barredo, Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, hizo un llamado a aumentar los esfuerzos en la lucha contra la pesca ilegal en el Atlántico Norte.
La representante del ejecutivo vasco expresó su preocupación por la disminución de poblaciones en especies clave en el Golfo de Bizkaia, vinculándola, en parte, a prácticas ilegales y a una sobrepesca que no respeta los límites establecidos.
Barredo destacó que los arrantzales de la región cumplen con todas las normativas de la Unión Europea, observando rigurosamente los cupos y demostrando un compromiso claro con la sostenibilidad, en contraste con algunas flotas que no operan bajo los mismos estándares.
"Nuestros pescadores cumplen con las legislaciones y apoyan la conservación de las especies, por lo que resulta injusto que las acciones de otros pongan en riesgo el equilibrio de los ecosistemas marinos", afirmó.
Asimismo, la consejera subrayó la necesidad de que la Unión Europea refuerce su control sobre la pesca ilegal en el Atlántico, considerando que, aunque existen sistemas de supervisión, su efectividad se ve limitada por la falta de uniformidad en la aplicación de sanciones y controles entre los Estados miembros.
Un informe reciente del Tribunal Europeo de Cuentas evidencia que la pesca no reglamentada, no declarada y ilegal representa una grave amenaza para los océanos, erosionando los esfuerzos por una gestión pesquera sostenible.
El documento indicaba que los sistemas existentes solo son parcialmente efectivos y llamaba a una supervisión más estricta por parte de la Comisión Europea para asegurar que los países fortalecen sus controles y sancionan con mayor rigor las infracciones.
Barredo insistió en que esa problemática afecta tanto al medio ambiente como a la economía, puesto que la UE, con una flota de aproximadamente 88,000 buques y siendo el principal importador mundial de productos pesqueros, debe actuar con mayor determinación.
La vicepresidenta del sector pesquero europeo explicó que cerca del 34% del comercio mundial en valor corresponde a productos marinos, y que la persistencia de la pesca insostenible, especialmente en el Atlántico Norte y Sur, pone en entredicho los avances hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en particular la meta 14.4, que busca erradicar la pesca ilegal.
El Atlántico, que es el segundo océano más grande de la Tierra, alberga una gran variedad de especies en distintas regiones. El Mar del Norte, frontera de países como Reino Unido, Noruega y Dinamarca, contiene abundantemente especies como el arenque y el lenguado, mientras que las aguas alrededor de Islandia son famosas por la captura de caballa y merluza.
En el contexto del próximo Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio, y del Día Mundial de los Océanos, el 8 de junio, resulta oportuno recordar la importancia de garantizar la conservación de estos ecosistemas vitales.
La Consejera Barredo finalizó recordando que la protección del medio marino requiere una acción coordinada y efectiva, en la que todos los países de la región, incluyendo los de la Unión Europea, deben asumir su responsabilidad para detener la pesca ilegal y promover prácticas que aseguren un futuro sostenible para las especies marinas y las comunidades que dependen del mar.