La Generalitat de Cataluña ha llevado a cabo un despliegue de 5.112 kilómetros de fibra óptica pública hasta septiembre, ampliando la cobertura en casi un centenar de municipios más en comparación con enero de 2023. Esto significa que el 91% de la población de Catalunya ya tiene acceso a la conexión de fibra. Se espera que antes de que termine el año, se amplíe a 150 municipios y unos 385 núcleos asociados, alcanzando más de 7.000 kilómetros de fibra óptica. Entre 2023 y 2024, se prevé que el 98% de la población catalana estará conectada. La infraestructura de fibra óptica pública contribuye a la creación de una sociedad más justa e igualitaria, al conectar escuelas, hospitales y ayuntamientos, además de fomentar la cohesión territorial y facilitar el desarrollo económico. La disponibilidad de infraestructura propia permite a la Generalitat gozar de soberanía tecnológica y reducir los costos de conexión. Asimismo, brinda a los operadores la oportunidad de llegar al ciudadano a través de un precio público. Con la implementación de la fibra óptica pública, Cataluña se convierte en una de las regiones más avanzadas en términos de conectividad y tecnología, impulsando el progreso y la modernización en diferentes ámbitos.

La Generalitat de Cataluña ha logrado desplegar un total de 5.112 kilómetros de fibra óptica pública a lo largo del territorio hasta septiembre de este año. Esta expansión de infraestructuras se ha traducido en un aumento de la cobertura en casi un centenar de municipios en comparación con enero de 2023.

Con este avance, aproximadamente el 91% de la población de Catalunya ya puede optar por la conexión a través de fibra. El objetivo a corto plazo es ampliar ese acceso a 150 municipios y unos 385 núcleos asociados, lo cual implicará la instalación de más de 7.000 kilómetros de fibra óptica. Además, se espera que para los años 2023 y 2024, el 98% de la población catalana cuente con conexión a internet gracias a esta infraestructura.

La posibilidad de contar con fibra óptica pública beneficia directamente a la sociedad catalana al permitir una mayor igualdad de oportunidades. Gracias a la conectividad con esta infraestructura, se podrá acceder a servicios esenciales como la educación, la salud y la administración pública en diferentes puntos del territorio catalán.

Esto, a su vez, contribuye a la cohesión y el desarrollo económico de la región.

La implementación de infraestructura propia por parte de la Generalitat de Cataluña no solo garantiza la soberanía tecnológica, sino que también supone un ahorro en la factura de conectividad para el gobierno.

Esta infraestructura también ofrece a los operadores de telecomunicaciones la posibilidad de llegar a los ciudadanos a través de un precio público establecido por las autoridades.

De esta manera, se fomenta la colaboración entre el sector público y privado en beneficio de la sociedad catalana.

Con el despliegue de fibra óptica pública, Cataluña se sitúa a la vanguardia en términos de conectividad y tecnología. Este avance impulsará el progreso y la modernización en áreas clave como la educación, la salud, la economía y el desarrollo empresarial en la región.