La Junta de Castilla y León refuerza su compromiso con las personas con discapacidad mediante colaboración con asociaciones que trabajan en atención temprana y apoyo integral, destacando logros y nuevos proyectos en la comunidad.

La colaboración entre la Junta de Castilla y León y las asociaciones dedicadas a la atención de personas con Síndrome de Down continúa fortaleciendo los servicios y programas destinados a garantizar la igualdad de oportunidades y la inclusión social en toda la región.
Este compromiso conjunto ha sido reconocido recientemente en el marco del 40º aniversario de la Asociación Síndrome de Down Burgos, durante una ceremonia que contó con la presencia de autoridades regionales y representantes de la comunidad.
Desde hace décadas, la Junta de Castilla y León ha establecido una política firme en favor de los derechos de las personas con discapacidad, buscando siempre promover su autonomía y participación plena en la sociedad.
Esta visión ha sido plasmada en leyes innovadoras, como la Ley de apoyos al proyecto de vida y la Ley de atención residencial, que establecen marcos legales sólidos para la protección y el apoyo a estos colectivos.
Además, en el periodo 2024-2027, la Administración autonómica ha destinado cerca de 1.620 millones de euros a través del II Plan estratégico de igualdad de oportunidades, con el fin de cubrir todas las etapas de la vida de las personas con discapacidad.
Uno de los avances más significativos en la región ha sido la expansión de los servicios de atención temprana, que en 2024 atendieron a un total de 3.310 niños desde su nacimiento, incluyendo 1.215 en pequeños municipios rurales. Esto representa un compromiso total con la detección y atención precoz, que ha sido un pilar fundamental para mejorar la calidad de vida y la integración de estos niños en sus comunidades.
La atención temprana, que abarca terapias específicas y programas de apoyo familiar, se realiza a través de equipos itinerantes que visitan zonas rurales, garantizando así la igualdad en el acceso a los recursos.
Por otra parte, la figura del asistente personal ha cobrado gran importancia en los últimos años, como una herramienta clave no solo para facilitar la autonomía de las personas con discapacidad, sino también como una oportunidad de empleo inclusivo.
Castilla y León cuenta actualmente con 2.792 prestaciones de este servicio, el doble en comparación con hace cuatro años, posicionándose como la segunda comunidad autónoma en España en número de apoyos de este tipo, solo por detrás del País Vasco.
Este avance ha sido posible gracias a programas de formación específicos para que las personas con discapacidad puedan acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones.
La figura del asistente personal se ha convertido en un elemento esencial para promover la independencia, permitiendo a quienes la utilizan participar activamente en la vida social, educativa y laboral.
Durante el acto en Burgos, la vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, resaltó que el compromiso de la Junta con el colectivo de personas con discapacidad es estratégico y transversal.
En su discurso, hizo hincapié en el papel de las entidades sociales y en la importancia de seguir trabajando en colaboración para ampliar los servicios y mejorar las condiciones de vida.
Por ejemplo, en el ámbito de la atención temprana y la formación laboral, se han establecido alianzas para ampliar la formación y el empleo de las personas con discapacidad, fomentando además la creación de empleo inclusivo en el sector público y privado.
La inversión en estos programas refleja la voluntad de la administración regional de construir una sociedad más justa, igualitaria y accesible.
En conclusión, el trabajo conjunto entre la Junta de Castilla y León y las asociaciones de Síndrome de Down se ha convertido en un modelo de buenas prácticas en atención temprana y apoyo integral.
La región continúa avanzando hacia la plena integración social y laboral de las personas con discapacidad, asegurando que todos puedan desarrollar su proyecto de vida conforme a sus necesidades y preferencias, promoviendo así una sociedad más inclusiva y solidaria.