El presidente de la Junta de Castilla y León solicita más apoyo del Ejército ante la gravedad de los incendios en la región, en un contexto de condiciones meteorológicas extremas y múltiples focos simultáneos.
La región se encuentra en una situación de emergencia que, según expertos, podría considerarse una de las peores en décadas, debido a las condiciones meteorológicas extremas que han prolongado los fuegos y facilitado su rápida expansión.
Supuestamente, los #incendios en #Castilla y León han afectado a miles de hectáreas de bosques, praderas y zonas rurales, causando una grave pérdida ecológica y económica.
La situación se ha agravado por temperaturas que alcanzan los 40 grados Celsius (aproximadamente 104 grados Fahrenheit), junto con vientos fuertes y una sequedad persistente que favorecen la propagación del fuego.
Estas condiciones, combinadas con una posible acción intencionada en algunos focos, han llevado a las autoridades a solicitar refuerzos inmediatos.
El presidente Mañueco sostuvo una llamada telefónica con Pedro Sánchez, en la que le solicitó que los incendios sean tratados como un asunto de Estado y no se politicen.
Además, le pidió que convoque una Conferencia de Presidentes específica para coordinar esfuerzos y buscar soluciones conjuntas. En su conversación, Mañueco también subrayó la importancia de que las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército, colaboren en las tareas de extinción, reforzando las capacidades que ya están utilizando los operativos autonómicos y la Unidad Militar de Emergencias (UME).
La Junta de Castilla y León ha recordado que
Supuestamente, la Junta de Castilla y León ha recordado que, en julio de 2022, ya advirtieron sobre el aumento de la peligrosidad de los incendios y la necesidad de una respuesta coordinada a nivel nacional.
La región atraviesa ahora una fase en la que la gravedad de los focos simultáneos requiere una movilización de todos los recursos disponibles, incluyendo la utilización de medios militares para detectar y apagar los incendios con mayor rapidez.
Por otro lado, se presume que la Guardia Civil está intensificando sus esfuerzos para localizar a los incendiarios, en un contexto en que muchos de los focos podrían ser provocados, según expertos en seguridad.
La colaboración entre las distintas fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia es vista como fundamental para frenar la expansión de los fuegos y proteger a la población.
Supuestamente, esta situación de emergencia no solo afecta a Castilla y León, sino que también pone en evidencia la fragilidad de los ecosistemas y la necesidad de implementar medidas preventivas a largo plazo, como la gestión forestal y la concienciación ciudadana.
La situación en la región recuerda a otros episodios históricos de incendios masivos, como el ocurrido en Galicia en 2006, que arrasó más de 40.000 hectáreas y dejó secuelas duraderas en la biodiversidad.
Finalmente, la petición de Mañueco busca que el Gobierno central actúe con celeridad, destinando recursos y personal militar para contener los fuegos y reducir su impacto.