La Ciudad de Buenos Aires implementa un innovador sistema de monitoreo en la pista de Roca para asegurar mayor transparencia y precisión en los exámenes de licencia de motos, alineándose con estándares internacionales y buscando reducir accidentes.

Imagen relacionada de nuevo sistema de monitoreo en la pista de roca para mejorar la seguridad en examenes de motos

En un esfuerzo por modernizar y transparentar los procesos de obtención y renovación de licencias para conducir motos, la Ciudad de Buenos Aires ha puesto en marcha un sistema de monitoreo en la pista de Roca que promete revolucionar la evaluación de los aspirantes.

Esta iniciativa, impulsada desde la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, a través de la Dirección General de Habilitación a Conductores, responde a la necesidad de garantizar que cada examen se realice con objetividad y sin posibilidad de manipulación.

Desde hace décadas, la seguridad vial ha sido una prioridad en la agenda de la Ciudad, especialmente en un contexto donde el incremento en el uso de motocicletas ha llevado a un aumento en los accidentes de tránsito.

La implementación de tecnologías de monitoreo en vivo no solo busca mejorar la transparencia del proceso, sino también brindar mayor confianza a los aspirantes y a los evaluadores, asegurando que las calificaciones sean justas y precisas.

El sistema, basado en cámaras de alta definición de la reconocida firma Dahua Technology, permite registrar en tiempo real cada movimiento y prueba realizada en la pista de Roca, ubicada en una zona estratégica de la ciudad.

La tecnología de grabación en máxima calidad de imagen y sonido, sumada a la capacidad de transmisión en vivo, garantiza que cada aspecto del examen quede documentado y pueda ser revisado posteriormente si fuera necesario.

Este avance no solo tiene un impacto en la transparencia, sino que también se alinea con las mejores prácticas internacionales. Países como Alemania, Estados Unidos y Francia ya utilizan sistemas similares en sus evaluaciones de conducción, logrando reducir la corrupción y las irregularidades en los procesos.

La Ciudad de Buenos Aires, con una historia de innovación en seguridad y movilidad, busca seguir estos ejemplos y establecer un estándar propio.

Además, en 2024, la pista de Roca incorporó nuevas pruebas diseñadas para evaluar habilidades esenciales de conducción segura. Entre ellas, se encuentran el desplazamiento con el motor apagado, que permite verificar el control del vehículo y el correcto funcionamiento de luces y señales; la prueba de frenado sin zigzag, que mide la técnica y control del frenado en línea recta; y el clásico “8”, que evalúa la destreza en bajas velocidades.

También se implementaron pruebas de slalom y zigzag a velocidad, que evalúan la capacidad del conductor para maniobrar en diferentes escenarios.

Estas modificaciones en los exámenes buscan que los aspirantes demuestren habilidades reales y aplicables en la conducción diaria, siguiendo modelos de países con altos estándares de seguridad vial.

La incorporación de prendas de protección, como pantalones largos y mangas en la parte superior, también forma parte del nuevo protocolo, promoviendo una cultura de prevención y conciencia sobre la seguridad.

En términos de capacitación, la Ciudad ha establecido convenios con instituciones como el Instituto Superior de Seguridad y la propia Dirección General de Habilitación a Conductores, para entrenar y certificar a los examinadores y agentes policiales encargados de los controles.

Esto garantiza que el personal esté preparado para evaluar con criterios uniformes y objetivos.

Para quienes ya poseen una licencia de auto y desean obtener la de moto, el trámite consiste en la ampliación de la licencia. Los interesados deben cumplir con los requisitos habituales, presentar la documentación correspondiente —como la cédula verde, la Verificación Técnica Vehicular y el seguro del vehículo— y aprobar los exámenes psicofísico, teórico y práctico.

La edad mínima para iniciar este proceso es de 17 años y se requiere DNI vigente.

Este sistema de evaluación más riguroso, transparente y tecnológico, refleja la intención de la Ciudad de Buenos Aires de reducir los índices de siniestralidad y promover una cultura vial responsable.

La inversión en nuevas tecnologías y en formación de personal demuestra un compromiso firme con la seguridad de todos los habitantes.

En términos económicos, la inversión en el nuevo sistema de monitoreo y capacitación ronda los 30.000 euros, lo que representa una mejora significativa en la infraestructura y en los protocolos de evaluación. Con estas acciones, la Ciudad continúa consolidándose como un referente en seguridad y movilidad inteligente en la región, buscando siempre ofrecer un servicio público de calidad y confiable para sus vecinos.