La Ciudad de Buenos Aires conmemora dos décadas de la Ley de Educación Ambiental realizando su quinta jornada anual. Las escuelas públicas y privadas participarán en actividades y propuestas educativas durante la semana del 2 al 6 de junio, en el marco del Día Mundial del Ambiente. La iniciativa busca fortalecer la conciencia ecológica en estudiantes de todos los niveles, promoviendo la reflexión sobre la crisis climática y ecológica que enfrentamos.
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La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se prepara para celebrar la quinta edición de su Jornada de Educación Ambiental, un evento que cada año busca involucrar a toda la comunidad educativa en la reflexión y acción frente a los desafíos ambientales globales.
La jornada, que se realiza en el marco del Día Mundial del Ambiente cada 5 de junio, adquiere un significado aún más profundo este 2025, ya que conmemora los 20 años de la sanción de la Ley N° 1687 de Educación Ambiental de la Ciudad, una normativa pionera en Argentina que desde su aprobación en 2005 ha impulsado la incorporación de la temática ecológica en los currículos escolares.
Desde su creación, la Ley N° 1687 ha sido un punto de inflexión en la política educativa de Buenos Aires, promoviendo prácticas sostenibles y fomentando la conciencia ambiental en generaciones de estudiantes.
La celebración de estos 20 años se traduce en una serie de actividades y propuestas que buscan fortalecer los conocimientos y valores relacionados con la protección del medio ambiente, además de incentivar acciones concretas en las instituciones educativas.
La jornada, organizada por la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad y apoyada en la Resolución N° 455/23 del Consejo Federal de Educación, propone un enfoque pedagógico adaptado a cada nivel educativo.
Para el nivel inicial, se sugiere trabajar en el eje «La valoración, el respeto y el cuidado por la diversidad de seres vivos y entornos naturales».
Las actividades están diseñadas para que los niños pequeños puedan explorar, sentir y comprender la importancia de cuidar la biodiversidad y los ecosistemas, a través de experiencias sensoriales que estimulen la empatía y el respeto por la naturaleza.
En el nivel primario, la propuesta central es reflexionar sobre «El agua, un bien natural valioso y limitado». Los estudiantes podrán participar en debates, proyectos de investigación y actividades prácticas que les permitan entender la importancia del agua en la vida cotidiana y en los ecosistemas.
Además, se promoverá el análisis de problemáticas como la contaminación y el uso responsable del recurso, fomentando una actitud activa frente a la conservación.
Para los estudiantes de nivel secundario, las actividades estarán orientadas a abordar «Naturaleza, salud y bienestar socioemocional». En un contexto donde la crisis ambiental genera ansiedad y preocupación entre los jóvenes, estas propuestas buscan promover un espacio de diálogo y reflexión sobre cómo la relación con la naturaleza puede contribuir a mejorar la salud mental y el bienestar emocional.
Se propondrán charlas, talleres y dinámicas que ayuden a entender la conexión entre ecosistemas sanos y comunidades saludables.
Además de las actividades en las aulas, las escuelas están invitadas a compartir fotos y videos de sus proyectos y acciones en un registro que será enviado a la organización para ser difundido en redes sociales y medios institucionales.
La finalidad es mostrar los avances y fomentar la participación activa de toda la comunidad educativa en esta causa común.
A lo largo de estos 20 años, Buenos Aires ha sido pionera en incorporar la educación ambiental en su sistema educativo, consolidándose como referencia en el país.
La experiencia de la Ciudad ha inspirado a otras provincias a legislar y diseñar programas similares, reconociendo que la educación es una de las herramientas más poderosas para promover cambios de actitud y promover un desarrollo sostenible.
En definitiva, esta jornada de 2025 invita a todos los actores educativos a reflexionar sobre el rol que cada uno puede desempeñar en la protección del ambiente y en la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con el cuidado de nuestro planeta.
La celebración de estos 20 años no solo es un reconocimiento a las políticas implementadas, sino también una oportunidad para renovar el compromiso con la educación ecológica como un pilar fundamental para un futuro más sustentable.