Si trabajas en Estados Unidos, una parte de tu salario se destina a FICA, que es la contribución fiscal que financia #Social Security y Medicare.
En la #nómina de cada pago, suele aparecer un porcentaje total que se acerca al 7,65% del salario bruto. Este porcentaje lo paga el trabajador y, de forma equivalente, el empleador coincide con la misma cantidad en nombre de la empresa. En conjunto, la carga es de 7,65% sobre lo que se gane cada período de pago.
Cómo se reparte ese porcentaje: 6,2% corresponde a Social Security y 1,45% a Medicare. Estas dos partidas están diseñadas para sostener, entre otros beneficios, las pensiones, la cobertura de invalidez, los ingresos de supervivencia y la asistencia sanitaria para mayores de edad.
Es importante entender que Social Security tiene un límite de base salarial sobre la que se aplica ese 6,2%. En 2025, ese tope de salario imponible para Social Security es de 184.500 dólares; traducido a euros, aproximadamente 171.000 euros al año. A partir de ingresos superiores a esa cantidad, la parte de Social Security ya no se retiene, mientras que la parte de #Medicare continúa aplicándose sin límite.
Además, existe un impuesto adicional de Medicare del 0,9% que se aplica a ingresos por encima de ciertos umbrales: para individuos, a partir de 200.000 dólares al año (aprox. €186.000); para parejas que presentan conjuntamente, a partir de 250.000 dólares anuales (aprox. €232.000). Este recargo está reservado sólo para esos tramos de ingreso y se suma a las tasas ya mencionadas.
¿FICA es lo mismo que Social Security? No exactamente. #FICA es la etiqueta que engloba las contribuciones a Social Security y Medicare, mientras que Social Security es una parte independiente del sistema de seguridad social.
Social Security es la porción de 6,2% que se aplica hasta el tope mencionado, y Medicare es la porción de 1,45% que se aplica sin limitarse por ese tope.
Existen exenciones y diferencias en función de la situación laboral de cada persona. Por ejemplo, ciertos salarios de estudiantes empleados pueden quedar exentos de FICA en algunos casos, y hay categorías de trabajadores no residentes o con visas específicas que pueden estar exentos de FICA en ciertas situaciones.
FICA se aplica de forma habitual y las tasas descritas se mantienen constantes salvo cambios legislativos
En general, la regla es que, para la mayoría de trabajadores asalariados, FICA se aplica de forma habitual y las tasas descritas se mantienen constantes salvo cambios legislativos.
Para los trabajadores por cuenta propia, la situación cambia. En esos casos, hay un impuesto por cuenta propia (self-employment tax) que alcanza el 15,3% del ingreso neto. Ese porcentaje se reparte en 12,4% para Social Security y 2,9% para Medicare. Al carecer de un empleador que aporte la parte correspondiente, el trabajador asume la totalidad de estas tasas.
Historia y contexto: FICA nació en el marco de la Ley de Seguridad Social de 1935 para crear un sistema de pensiones y protección social. Posteriormente, la financiación de Medicare se incorporó en 1965 como parte de una expansión del sistema de cobertura sanitaria para mayores y discapacitados.
A lo largo de las décadas, ha habido ajustes en límites de salarios y umbrales de ingresos, pero las bases fundamentales de FICA han permanecido como columna vertebral del financiamiento de la seguridad social y la atención médica de los ciudadanos estadounidenses.
Qué implica esto para el trabajador: conocer estas cifras ayuda a planificar la nómina, entender cuánto se dirige a la seguridad social y a la salud, y anticipar posibles cambios en el presupuesto personal.
Aunque las tasas parecen fijas, los umbrales y límites pueden modificarse por leyes futuras, lo que hace recomendable revisar anualmente el estado de FICA en cada recibo de sueldo o en los comunicados de la empresa.
En resumen, FICA no solo determina cuánto se retiene en cada periodo, sino que también forma parte de un sistema de beneficios que, para muchos, representa la base de su protección futura y su cobertura sanitaria a largo plazo.