Más de 1.200 niños y niñas afectados por la desastre natural participan en talleres y sesiones de apoyo emocional, fortaleciendo su recuperación tras la dana de octubre. La iniciativa, coordinada por el Ayuntamiento, combina atención presencial y en línea, y se apoya en una red de agentes comunitarios y asociaciones locales.

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Presuntamente, más de 1.200 niños y niñas han participado en diversos talleres diseñados para facilitar su recuperación emocional y ayudarles a procesar los traumas derivados de la inundación.

Esta iniciativa, que se ha convertido en un referente en atención comunitaria, combina sesiones presenciales y virtuales, atendiendo la creciente demanda por parte de las familias y los centros educativos.

Supuestamente, en total se han realizado alrededor de 330 sesiones individuales y se han enviado más de 100 enlaces digitales para acceder a la asistencia en línea, mostrando el compromiso del Ayuntamiento por ofrecer un apoyo flexible y adaptado a las necesidades de cada menor.

La coordinación con agentes clave en cada pedanía y la colaboración con centros escolares, asociaciones vecinales y ONG como Cáritas, han sido fundamentales para ampliar el alcance y la eficacia del programa.

Históricamente, València ha sido una ciudad vulnerable a fenómenos meteorológicos extremos, dado su clima mediterráneo y su cercanía al mar. La pasada dana, considerada por algunos expertos como una de las más severas en décadas, dejó daños materiales y económicos por valor de supuestamente 50 millones de euros, equivalentes a unos 45 millones de euros actuales, y afectó a miles de familias y comercios.

La concejala de Servicios Sociales, Marta Torrado, ha destacado la importancia de mantener una red cercana y coordinada para sostener la salud mental comunitaria.

“Este programa de atención psicológica no solo busca aliviar el sufrimiento inmediato, sino también prevenir secuelas a largo plazo en la población infantil y juvenil”, afirmó.

La estrategia incluye atención individualizada, en grupos y espacios informales, como el popular “Un café con Neural”, donde personas que aún no se sienten listas para un proceso terapéutico formal encuentran un espacio seguro para expresar sus emociones.

El equipo ha adaptado sus recursos tras evaluar los efectos del primer aniversario de la dana

Supuestamente, en los meses previos, el equipo ha adaptado sus recursos tras evaluar los efectos del primer aniversario de la dana, un momento que ha generado en muchas personas recuerdos intrusivos, insomnio, irritabilidad y tristeza, especialmente en quienes vivieron la catástrofe de forma más directa.

La atención se ha reforzado en las pedanías, con reuniones periódicas con alcaldes y alcaldesas pedáneos para ajustar las intervenciones y responder a nuevas demandas.

El programa también ha tenido en cuenta la importancia de la colaboración con centros educativos, en los que se han realizado talleres y sesiones grupales, así como intervenciones con familias.

La participación de agentes comunitarios, en coordinación con asociaciones y centros sociales, ha sido clave para detectar necesidades tempranas y derivar casos de vulnerabilidad.

Por otra parte, supuestamente, se han fortalecido los lazos con las organizaciones sociales locales para ampliar la red de apoyo y garantizar que ningún menor quede desatendido.

La experiencia adquirida en estos meses ha permitido al equipo ajustar sus intervenciones, poniendo un énfasis especial en la atención a las emociones relacionadas con la pérdida y la incertidumbre.

En definitiva, el Ayuntamiento de València continúa apostando por una política preventiva y comunitaria, consciente de que la recuperación emocional de los #menores es clave para la reconstrucción social tras una tragedia de esta magnitud.