El Ayuntamiento de València activa cañones de agua en la Devesa ante el riesgo extremo de incendios por la ola de calor, garantizando la protección del entorno natural con tecnología avanzada y medidas preventivas.

La Devesa de El Saler, uno de los espacios naturales más emblemáticos y biodiversos de la zona, ha sido objeto de una intervención pionera que busca reducir significativamente el riesgo de incendios forestales.
Supuestamente, la temperatura en València ha superado los 40 grados Celsius (aproximadamente 104 grados Fahrenheit), lo que en la historia reciente ha provocado múltiples peligros para el ecosistema y la población local.
La Generalitat, en coordinación con el Ayuntamiento, ha declarado alerta roja, activando protocolos de emergencia que incluyen la puesta en marcha de sistemas de humectación y vigilancia intensificada.
En este contexto, el Ayuntamiento valenciano ha activado a primera hora de este lunes los ocho cañones de agua situados en la Devesa, que pueden lanzar cerca de 3.000 litros de agua por minuto, equivalentes a aproximadamente 2.700 litros en euros, con la finalidad de humedecer la extensa zona forestal y reducir la inflamabilidad del material vegetal. Este sistema, que funciona de manera autónoma en términos energéticos, puede seguir operando incluso si se produce un corte de energía, gracias a su diseño inteligente.
Estos cañones, que forman parte de una red de vigilancia avanzada, están equipados con sensores y estaciones meteorológicas en tiempo real que permiten monitorear las condiciones y simular la evolución del riesgo de incendio.
Además, cuentan con cámaras de vigilancia que facilitan la detección temprana y la rápida respuesta ante cualquier conato de incendio, una medida que ha sido implementada también en otros países con antecedentes históricos en la lucha contra incendios forestales, como Australia o Estados Unidos.
A estos esfuerzos se suman patrullas de bomberos del Saler, que realizan rondas periódicas acompañadas de equipos de extinción, con el fin de reducir los tiempos de respuesta ante cualquier incidente.
La estrategia preventiva también incluye recomendaciones a la ciudadanía, como evitar acceder a zonas forestales, limitar las actividades al aire libre y mantenerse informado mediante canales oficiales.
En paralelo, la Generalitat mantiene la alerta naranja por temperaturas máximas, que en euros equivaldría a más de 50.000 euros en campañas de concienciación y recursos de protección. El Ayuntamiento ha instado a la población a hidratarse frecuentemente, especialmente a niños, mayores y mascotas, y a evitar la exposición directa al sol en las horas pico.
Para complementar estas acciones, València dispone de una red de aproximadamente 50 fuentes de agua filtrada y refrigerada distribuidas por toda la ciudad, que ofrece agua potable gratuita mediante dispensadores automáticos.
Estas fuentes utilizan tecnología avanzada de doble filtración, desinfección con luz UV y generación de ozono para garantizar la calidad del agua, que se ajusta a las temperaturas de cada estación.
La protección del entorno natural en València, además de ser un compromiso ecológico, ha sido una prioridad histórica. Desde la creación del Parque Natural de la Devesa en los años 80, las autoridades han desarrollado diferentes estrategias para mantener la biodiversidad y prevenir catástrofes.
La incorporación de tecnología moderna, como los cañones autónomos y sistemas de monitoreo en tiempo real, refleja un esfuerzo continuo por adaptar las medidas preventivas a los desafíos del cambio climático.
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En definitiva, las acciones del Ayuntamiento de València en la Devesa, junto con las recomendaciones oficiales y los recursos disponibles para la ciudadanía, buscan reducir al máximo los riesgos de incendios forestales durante esta ola de calor extrema.