Un experto revela cómo detectar reparaciones ocultas en vehículos de segunda mano, ayudando a los compradores a tomar decisiones informadas.

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A la hora de adquirir un auto de segunda mano, una de las inquietudes más comunes es conocer la condición real del vehículo.

Esto es esencial, ya que a menudo un automóvil puede lucir perfecto por fuera, pero bajo esa apariencia pueden ocultarse reparaciones que comprometen su estructura.

En muchos casos, las primeras impresiones pueden ser engañosas, lo que podría derivar en gastos imprevistos o, peor aún, en problemas de seguridad.

Omar Marañón, un perito experimentado del concesionario Kansai de Toyota, ofrece su experiencia sobre cómo identificar reparaciones ocultas en automóviles.

Durante la presentación del programa Usados Certificados de Toyota, el especialista compartió valiosos consejos para quienes consideran comprar un vehículo que no sea cero kilómetros.

Este programa permite acceder a autos que aunque ya han recorrido una distancia significativa, ofrecen garantías de que están en buen estado y operativos.

Los vehículos incluidos en el programa de Usados Certificados no deben haber recorrido más de 200.000 kilómetros y, además, deben tener una antigüedad máxima de ocho años.

Asimismo, estos vehículos cuentan con un año adicional de garantía oficial que se suma a la original, siempre y cuando esta todavía esté vigente.

Estos estándares garantizan que los autos sean revisados y que cumplan con los requisitos para asegurar la tranquilidad del comprador.

Uno de los principales aspectos en los que Marañón hace énfasis es en el reconocimiento visual de las reparaciones.

El experto explicó que "hay muchas pistas que se pueden notar a simple vista, especialmente en la textura de la pintura". Según su experiencia, la pintura original de fábrica tiene un grano muy característico, y si ha sido repintada, puede ser difícil determinarlo solamente con la vista.

Sin embargo, los cortes en la pintura pueden ser señales que indican que el vehículo ha sido reparado.


Marañón, quien ha trabajado durante 40 años en el sector de chapa y pintura, señaló que "no es fácil adquirir esta habilidad de inspección en un solo día, pero con la práctica uno puede comenzar a detectar estos detalles importantes".

El experto también explicó que un trabajo de pintura usualmente conlleva técnicas específicas para ocultar reparaciones.

"Cuando se pinta un área específica, se deben realizar cortes en la pintura, y si no se presta atención, esos detalles pueden pasar desapercibidos", agregó. Por ejemplo, en las puertas, a menudo se realiza un enmascarado que deja una pequeña rugosidad en el interior, lo que puede ser un indicio de que esa parte fue pintada.

Además, los daños que surgen de un choque lateral pueden ser más graves de lo que parecen; a menudo comprometen la estructura del vehículo.

Marañón recomienda prestar atención a los lugares donde se realizan las soldaduras, ya que deformaciones en este ámbito pueden ser señal de problemas en la integridad del automóvil.

Otros elementos a considerar son el sellado de los parabrisas y el cierre de las puertas; si una de estas partes no opera correctamente, puede ser indicativo de que el automóvil ha estado involucrado en un accidente.

Los compradores deben estar atentos a los detalles, ya que muchas pruebas de daños pueden estar presentes en lugares que no se observan a simple vista.

Finalmente, para los compradores interesados en conocer la veracidad del kilometraje, Marañón recomienda pasar el auto por un escáner que no solo verifica reparaciones y alteraciones previas, sino que también proporciona información sobre el historial del vehículo.

Con esta información, los interesados pueden asegurarse de que el auto que piensan adquirir es realmente lo que parece y que no enfrentará sorpresas desagradables en el futuro.