La Comunidad de Madrid ha formado parte de una mesa redonda para analizar el fenómeno de la soledad no deseada, profundizando en sus causas, duración y diferencia por género, en un contexto global y nacional. Este evento forma parte del Barómetro de 2024, impulsado por la Fundación ONCE y AXA, que busca sensibilizar sobre este problema creciente en la sociedad madrileña y en España.

En el marco del Barómetro de la Soledad No Deseada 2024, impulsado por la Fundación ONCE y la Fundación AXA, la Comunidad de Madrid participó en una mesa redonda para abordar la problemática creciente de la soledad en la población.
Este estudio, que evalúa en profundidad la situación en la región, también realiza una comparativa con datos a nivel nacional, revelando que aproximadamente un 21,5% de los habitantes madrileños padece esta condición, ligeramente por encima del promedio del país, que se sitúa en torno al 20%.
La investigación profundiza en los distintos factores que influyen en la experiencia de soledad, considerando variables como el sexo, la edad, el nivel social y la discapacidad.
El análisis histórico muestra que la soledad ha sido un problema social desde hace décadas, con diferentes enfoques y estrategias para su abordaje.
En la actualidad, el fenómeno ha adquirido mayor relevancia debido al envejecimiento poblacional y a cambios en los modelos familiares y comunitarios.
En la Comunidad de Madrid, la duración promedio de la soledad entre quienes la padecen es menor que en el resto de España, ya que más de la mitad de los afectados llevan en esta situación más de dos años, porcentaje que en Madrid se sitúa en torno al 55%, frente al 67,7% nacional.
Además, la prevalencia de la soledad crónica en Madrid es del 11,8%, ligeramente inferior al 13,5% de la media nacional.
El estudio también revela que la soledad afecta con mayor intensidad a las mujeres, siendo un 23,6% las que experimentan este problema en comparación con el 19,2% de los hombres.
Así, las mujeres mayores, en particular, enfrentan mayores riesgos de aislamiento y soledad, un problema que se ha agravado en los últimos años por el aumento de la esperanza de vida y la reducción de redes familiares tradicionales.
La administración pública, en particular la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia, ha puesto en marcha diferentes programas para combatir esta situación.
Entre ellos, destaca la Red de Atención a Mayores en Soledad, un esfuerzo coordinado para ofrecer recursos preventivos, sensibilización y atención integral.
El director general, Óscar Álvarez, explicó que estos programas involucran múltiples entidades locales, organizaciones sociales y profesionales especializados, cuyo objetivo es detectar, prevenir y atender la soledad en los mayores.
La clave radica en mejorar la coordinación entre instituciones y ampliar la sensibilización social, ya que muchas personas en situación de soledad desconocen los recursos disponibles para su ayuda.
Además, Álvarez subrayó la importancia de cambiar la percepción social sobre la vejez y la soledad, abordando el edadismo y promoviendo una visión más positiva del envejecimiento activo.
Desde un punto de vista histórico, la preocupación por el bienestar de las personas mayores y su integración social ha sido una constante en los sistemas de salud y ayuda social en países europeos, especialmente en España, donde el envejecimiento de la población se acelera con cada década.
La presencia de datos y políticas públicas que aborden la soledad no deseada es fundamental para mejorar la calidad de vida de los mayores, especialmente en entornos urbanos como Madrid, donde la movilidad y las redes sociales tradicionales se han visto modificadas por cambios sociales y económicos.
En conclusión, la participación de Madrid en esta mesa redonda refleja un compromiso por comprender y abordar un fenómeno social que afecta a una parte significativa de la población.
La sensibilización, la prevención y una mejor coordinación institucional serán claves para reducir la incidencia y el impacto de la soledad no deseada en la región, garantizando que los mayores puedan vivir en condiciones dignas, conectados y activos en la sociedad.