Un reciente estudio coordinado por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid demuestra que introducir actividad física en el trabajo mejora el rendimiento cognitivo y reduce el sedentarismo, un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas.

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En Madrid, el Hospital Gregorio Marañón, un importante centro público de la Comunidad de Madrid, se ha embarcado en una investigación que destaca la relevancia de contar con entornos laborales activos.

Este estudio, promovido por la reconocida Clínica Mayo de Estados Unidos, muestra que la actividad física en el trabajo no solo favorece la salud física, sino que también repercute positivamente en el rendimiento cognitivo de los empleados.

Marta Supervía, médica adjunta del Servicio de Rehabilitación del Hospital Gregorio Marañón, ha sido coautora de esta investigación. Según el estudio, que se centra en la necesidad de combatir el sedentarismo que afecta a los trabajadores de oficina, se ha demostrado que la implementación de estaciones de trabajo activas puede mejorar el rendimiento cognitivo y reducir los riesgos asociados con enfermedades crónicas, como la obesidad, la diabetes y problemas cardiovasculares.

El estudio titulado "Efecto de los lugares de trabajo activos en el rendimiento neurocognitivo y habilidades de mecanografía: Un ensayo clínico aleatorizado", fue publicado en el Journal of the American Heart Association, una de las revistas más influyentes en cardiología.

Durante el ensayo, se evaluaron cuatro configuraciones de oficina durante un periodo de cuatro días. El primer día, los participantes trabajaron en un ambiente de oficina convencional y sedentario, mientras que en los días siguientes se alternaron entre tres estaciones activas: de pie, caminando, y utilizando un stepper, que simula la subida de escaleras.

Los resultados indicaron que, al comparar el uso de estaciones de trabajo activas con el trabajo sentado tradicional, hubo mejoras en el razonamiento gramatical, la concentración, la memoria y las habilidades de mecanografía.

Los datos sugieren que los trabajadores se adaptaron mejor a los espacios de trabajo activos con el tiempo. A pesar de esto, se identificó una reducción en la velocidad de mecanografía entre las estaciones de estar de pie y las de stepper, lo que sugiere que no todas las plataformas tienen el mismo impacto.

Para incentivar la actividad física entre sus empleados, el personal del Hospital Gregorio Marañón ha desarrollado una serie de vídeos explicativos que pueden ser utilizados en el trabajo.

Estos vídeos están diseñados específicamente para personas que pasan largas horas en entornos sedentarios y presentan ejercicios sencillos que pueden realizarse durante breves pausas a lo largo de la jornada laboral.

En ellos, se promueven estiramientos, ejercicios aeróbicos y de fuerza, y se sugiere el uso de escaleras en lugar de ascensores para fomentar un estilo de vida más activo.

La idea detrás de esta iniciativa no solo es prevenir enfermedades y condición física, sino también garantizar que la productividad laboral se mantenga alta.

La tendencia hacia entornos laborales más saludables es cada vez más fuerte, y este tipo de programa puede ser crucial en la lucha contra el sedentarismo, que afecta a un gran número de empleados en todo el mundo.

Desde hace años, se sabe que el sedentarismo es un factor de riesgo crítico, incluso para aquellos que realizan actividad física fuera del trabajo. Por ello, la creación de lugares de trabajo "activos" podría ser una de las soluciones más efectivas para mejorar la salud y el bienestar de los empleados en el futuro.