Virginia Giuffre, conocida por su valiente denuncia en el caso Epstein y su implicación en el escándalo del príncipe Andrés, fallece en Australia en medio de una vida marcada por la lucha contra el abuso sexual y la justicia.

Virginia Giuffre, la mujer que se convirtió en una de las voces más fuertes en la lucha contra el tráfico sexual y que denunció públicamente su relación con Jeffrey Epstein y el príncipe Andrés, falleció este viernes en Neergabby, Australia, según confirmaron familiares a la cadena NBC.
La noticia ha conmocionado a quienes seguían de cerca los casos de abusos sexuales y tráfico de menores relacionados con Epstein, un multimillonario que se suicidó en 2019 en una prisión de Nueva York mientras enfrentaba cargos federales.
Giuffre, de 41 años, residía en Australia desde hacía varios años, donde había encontrado un nuevo hogar tras años de esfuerzos por hacer justicia y denunciar las redes de explotación sexual.
Nacida en Sacramento, California, fue una de las primeras y más firmes voces que exigieron justicia contra Epstein y sus cómplices, enfrentándose a poderosos intereses que intentaron silenciarla.
Su testimonio fue fundamental en la condena de Ghislaine Maxwell, la mano derecha de Epstein, quien fue sentenciada en 2022 a 20 años de prisión por tráfico sexual de menores y otros delitos relacionados.
En una entrevista, Giuffre expresó: “Quiero dejar una cosa clara. Jeffrey Epstein fue un pedófilo horrible, sin duda alguna; pero nunca lo habría conocido si no fuera por las conexiones que tenía”. La denuncia de Giuffre no solo destapó las redes de tráfico sexual, sino que también implicó a figuras de alto perfil, entre ellas el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II de Reino Unido.
En 2021, Giuffre presentó una demanda civil en la que afirmó que Epstein la obligó a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés en al menos tres ocasiones cuando ella tenía 17 años, mientras él tenía 41, a cambio de 15.000 dólares. La demanda detallaba cómo, mediante amenazas y coacciones, la víctima fue forzada a mantener relaciones con el duque de York, temiendo por su vida y la de sus seres queridos.
Además, una fotografía mostraba a Andrés abrazando a Giuffre, con Maxwell sonriendo al fondo, evidenciando la relación entre los implicados.
A pesar de los acuerdos alcanzados que evitaron mayores sanciones, el Palacio de Buckingham decidió despojar al príncipe Andrés de sus títulos militares y de su rol como representante real, en un intento por proteger la imagen de la monarquía ante el escándalo.
El propio Andrés expresó en varias ocasiones su pesar por su vínculo con Epstein, quien se suicidó en una celda en 2019 antes de ser juzgado por tráfico sexual y conspiración.
La historia de Giuffre, marcada por su lucha contra la explotación y la impunidad, tuvo un final trágico. En marzo pasado, a través de sus redes sociales, afirmó que había sido atropellada por un autobús y que le quedaban solo cuatro días de vida, dejando en evidencia el daño psicológico y físico que sufrió a lo largo de los años.
La pérdida de esta valiente mujer ha generado un profundo dolor en las comunidades que luchan contra la violencia sexual y el abuso de poder, dejando un legado de valentía y denuncia en una batalla que aún continúa.