Una investigación en Argentina revela detalles estremecedores sobre una masacre familiar en Villa Crespo, donde una carta escrita por la madre podría explicar un brote psicótico que llevó a la muerte de su familia y a su propio suicidio.

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La investigación en torno a la brutal masacre ocurrida en un departamento de Villa Crespo, Argentina, continúa arrojando detalles que profundizan en la posible causa del trágico episodio.

Lo que inicialmente parecía ser un crimen pasional ha comenzado a esclarecerse con la aparición de una carta escrita a mano, que podría ser la pieza clave para entender los motivos detrás del horror.

La escena, que dejó tres víctimas y una mujer muerta por suicidio, ha conmovido a la comunidad y despertado inquietudes sobre los problemas de salud mental y el impacto de los brotes psicóticos.

El hallazgo de la carta, escrita con una mezcla de letras cursivas e imprentas ilegibles sobre una hoja A4, con manchas de sangre y frases desconcertantes, ha sido fundamental para la investigación.

La nota, encontrada en la cocina del departamento, contenía expresiones como "Íbamos a la calle", "fue mucho", "todo mal, muy perverso", "los arruinaba la vida" y "los amo".

Además, hacía una referencia al teléfono de la autora, con la frase "mi tel es ‘L’", junto a un dibujo que se presume sería el patrón de desbloqueo del celular, lo que está siendo analizado por los expertos en busca de mensajes o indicios adicionales.

Las autoridades creen que la propia Laura Leguizamón escribió esa carta en los momentos previos a cometer los asesinatos. La confusión y el desorden en el texto revelan un estado emocional alterado, posiblemente producto de un brote psicótico, que habría llevado a la mujer a quitarse la vida tras el crimen.

La hipótesis de un episodio psicótico se refuerza además por el hallazgo de medicación psiquiátrica en el lugar, junto a dos cuchillos Tramontina utilizados en los ataques, una computadora en el suelo y varias cajas de medicación, lo que indica una posible descompensación en su tratamiento.

El contexto histórico de la salud mental en Argentina también aporta a la comprensión del caso. A lo largo del siglo XX, el país enfrentó numerosos desafíos en la atención psiquiátrica, con un modelo que en algunos momentos priorizó la internación y en otros la atención comunitaria.

La historia reciente ha mostrado avances, pero aún persisten casos donde la falta de seguimiento adecuado puede tener consecuencias trágicas.

En cuanto a las víctimas, el esposo de Laura, Adrián Seltzer, fue hallado en su cama con múltiples heridas de arma blanca, aparentemente atacado mientras dormía.

La falta de signos de movimiento sugiere que pudo haber sido drogado o que tomaba medicamentos para dormir, lo que facilitó el ataque. Los hijos de la pareja también sufrieron la misma suerte: uno fue encontrado en su habitación, y el otro intentó escapar, pero fue alcanzado en el pasillo del departamento.

La empleada doméstica que encontró los cuerpos relató que Laura había estado diferente en las semanas previas, lo que indicaría una descompensación en su tratamiento psiquiátrico.

La escena muestra un cuadro aterrador, donde la violencia y la desesperación quedaron plasmadas en cada rincón del departamento.

Finalmente, la investigación apunta a que Laura no presentó heridas defensivas y que fue la última en morir, confirmando la hipótesis de que se suicidó después de cometer los asesinatos.

La historia, que recuerda episodios similares en la historia argentina, pone en evidencia la importancia de la detección temprana y el seguimiento de las enfermedades mentales, para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.

La comunidad y las autoridades continúan trabajando para esclarecer todos los detalles y brindar mayor apoyo a quienes enfrentan problemas de salud mental en el país.