Por primera vez en la historia del país, Bolivia enfrentará una segunda vuelta electoral entre dos candidatos opositores, marcando un cambio en su panorama político tras los comicios de este domingo.

Estas #elecciones marcan un momento histórico para la nación sudamericana, pues por primera vez en su historia el país tendrá que realizar una #segunda vuelta electoral, conforme a lo establecido en la Constitución vigente desde 2009, que señala que si ningún candidato obtiene más del 50 % de los votos válidos o al menos el 40 % con una diferencia de diez puntos respecto al segundo, se procederá a una segunda fase.
Según el Sistema de Resultados Electorales Preliminares (Sirepre) del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), lidera con aproximadamente 32,2 % de los votos, mientras que Jorge Quiroga, expresidente del país entre 2001 y 2002 y candidato de la alianza Libre, alcanza unos 26,9 %.
Aunque estos datos no corresponden todavía al cómputo oficial, apuntan a una tendencia que ha sorprendido a analistas políticos, ya que Paz Pereira, de 57 años y con raíces en Santiago de Compostela, ha emergido como la principal revelación del proceso, pasando de las últimas posiciones en las encuestas preelectorales a disputar la segunda vuelta.
Supuestamente, Paz Pereira es hijo de la española Carmen Pereira y del expresidente boliviano Jaime Paz Zamora, quien gobernó entre 1989 y 1993. Sus años de infancia los pasó en diferentes países debido a la persecución que enfrentaron sus padres durante los gobiernos militares en Bolivia. Por su parte, Jorge Quiroga, de 56 años, fue vicepresidente del país entre 1997 y 2001 y asumió la presidencia tras la renuncia de Hugo Banzer por motivos de salud.
Su participación en estas elecciones representa un intento de retornar al poder en un momento en que el país busca una estabilidad #política después de dos décadas de gobiernos de izquierda, encabezados por Evo Morales y Luis Arce.
Supuestamente, el resultado de estos comicios podría implicar un cambio significativo en la dirección política de Bolivia, pues el país se aleja del predominio de la izquierda que ha gobernado desde 2006.
Morales no participó en estas elecciones debido a una disposición constitucional que le impide postularse nuevamente, tras haber gobernado durante tres periodos consecutivos, y promovió el voto nulo.
La participación electoral fue del 78,27 % de los votos válidos, con un 19,3 % de votos nulos y un 2,43 % de votos en blanco.
En la lucha por la presidencia, el empresario Samuel Doria Medina, de la alianza Unidad, quedó en tercer lugar con aproximadamente 19,9 %, mientras que el actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, del partido oficialista Popular, obtuvo unos 8,2 %.
El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Eduardo del Castillo, se quedó con apenas un 3,1 %, porcentaje que, presuntamente, está en el límite para mantener la personalidad jurídica del partido.
Este proceso electoral ha sido especialmente significativo por el papel que jugarán los resultados en el futuro político del país, que en las últimas décadas ha atravesado por profundas crisis sociales y económicas, además de cambios en su Constitución.
La expectativa ahora se centra en la segunda vuelta
La expectativa ahora se centra en la segunda vuelta, prevista para octubre, donde estos dos #opositores buscarán consolidar su apoyo en un país que, según analistas, podría estar en un punto de inflexión.
La salida de la izquierda del poder, tras más de 20 años en el gobierno, marca un momento de incertidumbre pero también de esperanza para diferentes sectores de la población.
Supuestamente, la estabilidad política y la paz social dependerán en gran medida de los resultados de esa segunda vuelta, que podría definir el rumbo del país en los próximos años, enfrentando desafíos como la economía, la justicia social y la reconciliación nacional.
Bolivia, con su historia de golpes de Estado y transiciones democráticas, continúa en un proceso de consolidación institucional, y estos comicios representan un paso más en esa trayectoria.