Los recortes presupuestarios del gobierno federal amenazan proyectos críticos de resiliencia en Nueva York, afectando comunidades vulnerables.

La gobernadora Kathy Hochul ha dado a conocer un desglose sobre cómo los recortes presupuestarios de la administración Trump al programa de Infraestructura y Comunidades Resilientes (BRIC, por sus siglas en inglés) impactarán proyectos esenciales de infraestructura y resiliencia comunitaria en el estado de Nueva York.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ha revocado más de 300 millones de euros en fondos destinados a proyectos que aún no han comenzado su construcción. Además, hay otros proyectos por un valor de 52 millones de euros que ya han iniciado su trabajo, pero que ahora corren el riesgo de ser interrumpidos.
"En los últimos años, los neoyorquinos han enfrentado huracanes, tornados, tormentas de nieve, incendios forestales e incluso un terremoto. La asistencia de FEMA ha sido fundamental para ayudarnos a reconstruir. Recortar fondos para las comunidades de Nueva York es una visión a corto plazo y un riesgo enorme para la seguridad pública. Sin apoyo para proyectos de resiliencia, nuestras comunidades serán mucho más vulnerables cuando se presente un desastre en el futuro", afirmó Hochul.
"Como he dicho anteriormente: ningún estado en la nación puede compensar los enormes recortes que se proponen en Washington, y es crucial que los neoyorquinos se mantengan unidos para señalar el daño que esto causará".
La comisionada de la División de Seguridad Nacional y Servicios de Emergencia de Nueva York, Jackie Bray, subrayó que "es mucho más costoso reconstruir que prevenir daños antes de que ocurran.
La mitigación es la mejor manera de ahorrar el dinero de los contribuyentes y aumentar la resiliencia. Estos proyectos se crearon con el único propósito de ayudar a prevenir daños adicionales de las tormentas que continúan afectando a los residentes del estado".
El programa BRIC apoya a los gobiernos estatales, locales, territoriales y a las Naciones Tribales en su esfuerzo por reducir el riesgo de desastres.
Su objetivo es ayudar a las comunidades a construir capacidades y fomentar la innovación. Esto incluye el crecimiento de asociaciones, el apoyo a proyectos de infraestructura y la promoción de flexibilidad y consistencia.
Entre los recortes federales más significativos se encuentra el proyecto de mitigación de inundaciones en Central Harlem, que pierde 50 millones de euros en fondos.
Este proyecto busca reducir el escurrimiento relacionado con tormentas y las inundaciones provocadas por lluvias intensas a través de la mejora de la infraestructura de aguas pluviales en un área de 150 hectáreas que alberga a comunidades de bajos ingresos y escuelas.
Otro proyecto afectado es el del Área de East Elmhurst, también con un recorte de 50 millones de euros, que tiene el mismo objetivo de mejorar la infraestructura de drenaje en un área residencial de 196 hectáreas.
La resiliencia de la infraestructura en Nueva York no es solo un tema actual; históricamente, el estado ha enfrentado desafíos similares. En 2012, el huracán Sandy devastó gran parte de la ciudad, lo que llevó a un aumento en la inversión en infraestructura resiliente. Sin embargo, estos recientes recortes amenazan el progreso logrado en los últimos años, dejando a comunidades vulnerables sin los recursos necesarios para protegerse contra futuros desastres naturales.
Los neoyorquinos deben estar alerta y exigir que se reconsidere esta decisión que pone en peligro no solo sus hogares, sino también su seguridad y bienestar en el futuro.