Kristin Crowley, jefe de bomberos de Los Ángeles, critica la falta de recursos mientras lucha contra el devastador incendio en Pacific Palisades.
Kristin Crowley, quien asumió el cargo de jefa del departamento de bomberos de Los Ángeles en 2022, ha enfrentado un entorno desafiante en una época de crisis dentro de una institución marcada por quejas sobre acosos, discriminación y maltrato entre sus 3,400 miembros.
Designada por el entonces alcalde como una figura estabilizadora, su relación con el gobierno de la ciudad ha cambiado drásticamente en un lapso de tres años.
Recientemente, un incendio devastador en Pacific Palisades ha puesto a todos los líderes en una situación defensiva.
Este siniestro ha causado la destrucción de más de 5,000 estructuras, convirtiéndose en el más destructivo en la historia de la ciudad.
La situación ha llevado a Crowley a confrontar públicamente a la alcaldesa Karen Bass sobre la falta de recursos, a pesar de que la lucha contra las llamas continúa sin tregua en el área metropolitana de Los Ángeles.
La crítica de Crowley se centró en los recientes recortes presupuestarios, que según ella, han dificultado que los bomberos realicen su labor en un momento en que están recibiendo un mayor número de llamadas de emergencia.
En un incidente reciente, alrededor del 20% de las bocas de incendio que se utilizaron para combatir el fuego en Palisades se quedaron sin agua, lo que puso en riesgo las operaciones de extinción.
"No soy política, soy funcionaria pública.
Mi responsabilidad como jefa del departamento de bomberos es asegurarme de que nuestros bomberos cuenten con todo lo necesario para ejercer su trabajo", afirmó Crowley en una entrevista a CNN.
Las comentarios de Crowley y la creciente especulación sobre su estabilidad laboral llevaron al sindicato de bomberos a emitir un comunicado asegurando a sus miembros que no había sido destituida.
Esta situación refleja el creciente descontento dentro de los equipos de emergencia, quienes se sienten cada vez más presionados por la falta de recursos en medio de crises tan severas.
Por otro lado, la alcaldesa Karen Bass intentó reducir la tensión al declarar que "la jefa de bomberos y yo estamos enfocados en combatir estos fuegos y salvar vidas, y cualquier diferencia que tengamos se resolverá en privado". Bass enfatizó que el deber primario era superar esta crisis, aunque sus palabras no eliminaron la incertidumbre que rodea a la situación.
Los incendios forestales no son nuevos en California, un estado que ha enfrentado compromisos críticos en la gestión de recursos para hacer frente a desastres naturales.
Históricamente, los incendios han consumido vastas áreas, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los departamentos de emergencias.
Este episodio actual podría ser visto como un reflejo de problemas más profundos en la infraestructura de respuesta a emergencias en el estado.
La crisis actual ha puesto sobre la mesa la necesidad de reevaluar las prioridades y asignaciones presupuestarias en un contexto donde el cambio climático intensifica los retos relacionados con la gestión de emergencias.
La situación sigue evolucionando mientras Los Ángeles lucha por mantener a salvo a sus ciudadanos ante una creciente amenaza de incendios forestales.