El número de fallecimientos relacionados con un brote de listeria que afecta a suplementos congelados ha subido a 14 en varios estados de Estados Unidos, tras la aparición de casos en residencias de ancianos y centros de cuidado a largo plazo. La contaminación ha sido vinculada a productos distribuidos principalmente en instituciones de salud, generando preocupación en el sector alimentario y sanitario.

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La cifra de muertes por un brote de listeria en suplementos congelados ha aumentado a 14 en diferentes estados de Estados Unidos, según informaron las autoridades sanitarias.

Este brote, que comenzó a investigarse en 2018, ha estado vinculado a productos distribuidos en residencias de ancianos y centros de cuidado prolongado, especialmente en productos de la marca Lyons ReadyCare y Sysco Imperial, fabricados por Prairie Farms Dairy en Indiana.

El brote se relaciona con un incremento en los casos de infección por listeria, un bacteria que puede causar serias complicaciones en personas vulnerables, como ancianos, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, junto con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), confirmaron que al menos 42 personas han sido infectadas en 21 estados, y la mayoría de ellas requirió hospitalización.

Este problema sanitario se originó en productos que no estaban destinados a la venta minorista, sino que se distribuían directamente a instituciones sanitarias, lo que complicó el control y la detección temprana del brote.

En febrero de 2025, las autoridades identificaron en muestras de Prairie Farms Dairy la presencia del mismo tipo de bacteria responsable del brote, lo que llevó a una alerta y a la retirada de los productos afectados del mercado.

Los productos contaminados, en su mayoría en envases de 120 gramos, fueron producidos en Indiana y distribuidos en varias regiones del país, principalmente en centros de atención a largo plazo.

La mayoría de estas bebidas congeladas no estaban disponibles en tiendas, sino que se entregaban directamente a instituciones médicas y residencias, por lo que el riesgo de consumo por parte del público general era mínimo, aunque la exposición en estos entornos generó graves consecuencias.

El brote se reactivó en octubre de 2024, cuando se reportaron seis nuevos casos, lo que llevó a las autoridades a reabrir la investigación. En esa ocasión, se confirmó que los productos contaminados contenían la cepa de Listeria monocytogenes responsable del brote. La investigación abarcó 21 estados, incluyendo California, Texas, Nueva York, Florida, Illinois, y otros, donde se detectaron casos en residentes de residencias de ancianos.

La listeriosis, la enfermedad causada por esta bacteria, puede manifestarse con síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, y en casos severos, confusión, pérdida de equilibrio y convulsiones.

En mujeres embarazadas, la infección puede provocar abortos o partos prematuros, además de poner en riesgo la vida del recién nacido.

El caso de este brote ha reavivado la preocupación por la seguridad en la cadena alimentaria, especialmente en productos destinados a poblaciones vulnerables.

La historia de la listeriosis en EE.UU. se remonta a décadas atrás, cuando en los años 80 se registraron brotes masivos ligados a productos lácteos y embutidos, impulsando regulaciones más estrictas y controles sanitarios.

Las autoridades sanitarias recomiendan a los residentes de instituciones y personas en grupos de riesgo que estén atentos a síntomas y eviten consumir productos congelados no certificados.

La vigilancia continúa para evitar que este tipo de brotes vuelva a afectar a la población, y se refuerzan los controles en la producción y distribución de alimentos en el país.