Una escalada en los conflictos entre Irán e Israel, con posibles repercusiones en el precio del petróleo, podría encarecer los costes en tiendas y gasolina en todo el mundo, afectando también la inflación y el empleo.

Según expertos, si #Irán decide responder a los ataques recientes en sus sitios nucleares, las repercusiones podrían reflejarse en el precio del #petróleo y, en consecuencia, en los gastos diarios de los consumidores.

Supuestamente, Irán podría tomar medidas que afecten el paso por el estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más estratégicas del mundo, por donde pasa aproximadamente el 20% del petróleo global.

Aunque se presuma que Irán no tendría la capacidad de bloquear completamente este paso, podría emplear tácticas como minar las aguas, atacar barcos con drones y misiles, o interferir en las señales GPS de las embarcaciones, lo que elevaría los costos del transporte marítimo y provocaría un aumento en los precios del crudo.

Desde la invasión de Ucrania por Rusia en 2022, los precios del petróleo experimentaron una escalada significativa, alcanzando máximos históricos en torno a los 150 dólares por barril (unos 137 euros) en algunos momentos, lo que se tradujo en subidas en los costes de gasolina en Estados Unidos y Europa, y una #inflación más alta en general.

La tensión actual en Oriente Medio podría repetir ese patrón, y algunos modelos económicos advierten que si el precio del petróleo subiera un 25%, la inflación anual podría aumentar hasta un 5,5%, en comparación con el 2,4% que registraba en mayo.

La escalada en los precios del petróleo también podría afectar el mercado laboral

Supuestamente, la escalada en los precios del petróleo también podría afectar el mercado laboral, incrementando la tasa de desempleo en algunos países.

Oxford Economics, una firma especializada en análisis económicos, calcula que si Irán logra ralentizar cerca del 70% del tráfico marítimo en el estrecho de Ormuz, el aumento en el costo del combustible y las mercancías podría hacer que la tasa de desempleo suba del 4,2% al 4,5% a nivel mundial.

A pesar de las amenazas, algunos analistas presumen que Irán no tendría interés en cerrar totalmente el estrecho, ya que esto perjudicaría sus propias exportaciones y provocaría una intervención militar de Estados Unidos, que tiene una presencia significativa en la región.

Sin embargo, la simple amenaza de incrementar los riesgos en la zona ya ha provocado una baja en los precios del petróleo desde los picos alcanzados en junio, situándose en torno a los 65,88 dólares por barril (unos 61 euros) al mediodía del jueves.

El impacto de estos eventos en el día a día de los consumidores puede ser importante. Los aumentos en el precio del crudo se trasladan rápidamente a la gasolina, la calefacción y otros productos derivados del petróleo, generando una escalada en los costes de vida.

Además, la incertidumbre geopolítica puede frenar la recuperación económica mundial, afectando la inversión, el empleo y los salarios.

En definitiva, si las tensiones en Oriente Medio escalan y el precio del petróleo aumenta considerablemente, los efectos serán palpables en las economías domésticas, en la inflación y en la estabilidad laboral.