El presidente Donald Trump ha firmado un primer acuerdo de comercio con el Reino Unido, marcando un hito en la política comercial de EE.UU. tras la pausa en tarifas recíprocas y el inicio de negociaciones para reducir barreras comerciales. El acuerdo evita tarifas en bienes específicos, aunque el Reino Unido enfrenta un arancel del 10% y del 25% en ciertos productos importados.

En un paso significativo para la política comercial estadounidense, el presidente Donald Trump anunció la firma de su primer acuerdo comercial con el Reino Unido, consolidando una relación de comercio bilateral tras meses de negociaciones.
Este acuerdo representa un avance importante en la estrategia de Estados Unidos para reducir barreras comerciales y fortalecer sus relaciones económicas con países aliados.
La historia de la política comercial de EE.UU. ha estado marcada por cambios y tensiones. En 2018, la administración Trump impuso tarifas recíprocas sobre acero y aluminio importados en un esfuerzo por proteger la industria nacional y renegociar acuerdos comerciales previos.
Sin embargo, en abril de 2023, se pausaron la mayoría de esas tarifas por 90 días, en un intento de abrir nuevas vías de negociación.
El acuerdo con el Reino Unido, que no enfrentó tarifas recíprocas, establece que el país europeo no tendrá que pagar aranceles en una variedad de productos, aunque debe afrontar un arancel universal del 10% y tarifas del 25% en automóviles, acero y aluminio importados, tarifas similares a las aplicadas a otros socios comerciales.
El anuncio oficial se realizará mediante una conferencia de prensa esta mañana, donde se detallarán los aspectos específicos del acuerdo y sus implicaciones para ambos países.
La firma de este pacto es vista como un paso estratégico para EE.UU., ya que busca fortalecer la relación con un aliado clave en Europa tras el Brexit y aprovechar oportunidades en sectores como automoción, tecnología y manufactura.
Para contextualizar, el Reino Unido ha buscado desde su salida de la Unión Europea en 2020 establecer acuerdos comerciales independientes. La relación comercial entre ambas naciones ha sido históricamente fuerte, con un comercio bilateral que en 2022 alcanzó aproximadamente 150 mil millones de euros.
La firma de este acuerdo promete impulsar aún más los intercambios y crear nuevas oportunidades para empresas de ambos lados.
Por otra parte, en el contexto global, Estados Unidos continúa enfrentando desafíos en su política comercial, especialmente con China y la Unión Europea, mientras busca equilibrar la protección de sus industrias con la apertura de mercados.
La negociación con el Reino Unido se enmarca en esa estrategia, buscando también fortalecer su influencia en Europa y mantener la competitividad.
Este acuerdo llega en un momento en que la economía mundial se recupera lentamente de los impactos de la pandemia, y las tensiones comerciales siguen siendo una prioridad para las administraciones de todo el mundo.
La firma de este pacto puede ser vista como un símbolo de un enfoque más pragmático y colaborativo en la política comercial de EE.UU., que busca diversificar sus alianzas y reducir su dependencia de ciertos mercados.
En definitiva, la firma del primer acuerdo comercial con el Reino Unido marca un hito importante en la política económica de Estados Unidos y abre nuevas posibilidades para el comercio bilateral.
La comunidad empresarial y los mercados internacionales estarán atentos a los detalles de este acuerdo que, sin duda, influirá en las dinámicas comerciales en los próximos años, con beneficios potenciales para consumidores y empresas en ambos países.
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