La compañía automovilística Nissan ha pospuesto la llegada de tres nuevos modelos de SUV eléctricos en su planta de Mississippi hasta 2028, en medio de cambios en la política de incentivos y una disminución en la demanda en EE.UU. La decisión, supuestamente relacionada con el entorno económico y las nuevas regulaciones, marca un giro en la estrategia de la marca japonesa en el mercado estadounidense.

La decisión llega en un contexto en el que la demanda de vehículos eléctricos en Estados Unidos ha mostrado signos de desaceleración, supuestamente influenciada por cambios en la política de incentivos fiscales y por la reciente aprobación de la ley denominada 'Big Beautiful Bill', firmada por el expresidente Donald Trump.
Este retraso, que se produce después de que #Nissan trasladara la producción de su popular modelo Leaf desde Tennessee a Japón, ha generado cierta incertidumbre en el mercado automovilístico y entre los consumidores interesados en la movilidad eléctrica.
Sin embargo, la compañía ha asegurado que esta decisión no está relacionada directamente con la eliminación de las ventajas fiscales para los vehículos eléctricos, las cuales supuestamente finalizarán en septiembre, sino que responde a una estrategia de optimización de mercado y de alineación con la demanda actual.
Supuestamente, Nissan prioriza ahora la producción de sus modelos tradicionales, como el Altima y la Frontier, en su planta de Canton, y busca ajustar sus tiempos de lanzamiento para maximizar las oportunidades de mercado y la aceptación por parte de los clientes.
La portavoz de Nissan en EE.UU., Amanda Plecas, afirmó que la compañía ha ajustado su cronograma para garantizar que los nuevos vehículos lleguen en un momento en el que puedan tener un mayor impacto y aceptación.
Este movimiento se suma a otros cambios en la estrategia de Nissan, que en los últimos meses ha reducido su presencia en el mercado estadounidense de vehículos eléctricos.
La firma japonesa también ha estado enfrentando dificultades económicas, con una pérdida operativa en el primer trimestre que supuestamente superó los 1.350 millones de euros, y en mayo anunció la reducción de 11.000 empleos y el cierre de varias plantas de fabricación.
Nissan continúa consolidando su presencia en Europa y Asia
En el ámbito internacional, Nissan continúa consolidando su presencia en Europa y Asia, donde sus modelos eléctricos, especialmente el Leaf, mantienen una mejor acogida.
La firma ha declarado que su decisión de mover la producción del Leaf a Japón no tiene nada que ver con las políticas tarifarias o las subvenciones, sino con un enfoque en fabricar en los mercados donde sus ventas son más fuertes.
Este escenario refleja un cambio en las políticas de incentivo en EE.UU., donde la ley 'Big Beautiful Bill' ha eliminado el crédito fiscal de 7.500 euros para la compra de vehículos eléctricos nuevos y un crédito adicional de 4.000 euros para vehículos usados, lo que supuestamente ha reducido el atractivo de estos autos para los consumidores.
A pesar de estos obstáculos, Nissan mantiene su compromiso de seguir desarrollando y lanzando nuevos modelos en otras regiones, y continúa comprometida con su estrategia de electrificación global.
Sin embargo, el retraso en el mercado estadounidense podría afectar sus planes de crecimiento y su competitividad en un sector que, aunque aún en expansión, está enfrentando una fase de ajustes y desafíos económicos.
En resumen, la compañía japonesa se encuentra en un momento de reevaluación de sus prioridades, adaptándose a un entorno económico y político cambiante.