El equipo alternativo de River Plate no logró un buen resultado en Tucumán y las dudas crecen de cara al duelo contra Palmeiras. El entrenador Marcelo Gallardo evalúa las opciones y la preparación para la próxima ronda de la Copa Libertadores.

El partido, celebrado en el estadio José Fierro, dejó en evidencia las dificultades del conjunto millonario para imponer su juego ante un rival que, en la previa, se esperaba fuera de su alcance para un plantel con varias bajas y jugadores jóvenes en formación.
La lesión de Sebastián Driussi fue un factor que influyó en la estrategia del técnico Marcelo Gallardo, quien optó por una formación alternativa para evaluar a diferentes jugadores y probar variantes de cara a las próximas competencias.
Se esperaba que los jugadores Facundo Colidio y Miguel Borja pudieran suplir la ausencia del goleador lesionado, pero ninguno logró destacar de manera positiva.
Colidio, en particular, intentó aportar intensidad y movilidad, pero no fue suficiente para cambiar la tendencia del partido, mientras que Borja tuvo una noche para olvidar, sin chances claras y con poca participación.
Por otra parte, Juan Fernando Quintero, uno de los referentes del equipo, demostró participación, tocando el balón 61 veces y completando 47 de 51 pases, aunque jugó en una posición demasiado retrasada, limitando su incidencia en ofensiva y en las pelotas paradas, un aspecto que no funcionó a su favor.
La debilidad del equipo en la zona media quedó reflejada en el nivel del paraguayo Matías Galarza Fonda, quien sufrió un rendimiento destacadamente pobre, perdiendo balones en momentos cruciales y siendo responsable, en parte, del penal que anotó Sebastián Boselli para Atlético.
Estas complicaciones llevaron a que Gallardo decidiera retirar a Galarza en la segunda parte y a que otros jugadores buscaran aportar para revertir la situación.
Uno de los aspectos positivos fue la actuación de Giuliano Galoppo, que no pudo jugar en la ida por suspensión, y que dejó una buena impresión en su regreso a la cancha, mostrando compromiso y dinámica en un día caluroso en Tucumán.
Lautaro Rivero también tuvo un duelo aceptable y expresó una mentalidad de aprendizaje: “Sabíamos que los primeros minutos serían difíciles y cometimos errores de concentración.
Venimos con muchas circunstancias particulares, pero no es una excusa. Tenemos que prepararnos mejor”. Rivero, además, señaló que terminó con una sobrecarga muscular, aunque descarta que esto afecte su participación en los próximos partidos.
Marcelo Gallardo
Marcelo Gallardo, en sus declaraciones posteriores, admitió que no se alcanzaron los niveles deseados en juego colectivo ni individual justamente antes de la serie frente a Palmeiras.
El entrenador enfatizó la importancia de la preparación mental y física, indicando que el objetivo es salir a Brasil con la mentalidad de ganar: “No necesitamos jugar un partido perfecto, solo ser efectivos.
Sabemos que va a ser difícil, pero no imposible. Tenemos que estar listos para afrontar el desafío con determinación”.
Desde los análisis que circulan en el mundo del fútbol, se recuerda que River, en su historia, ha tenido altibajos en competencias internacionales y ha aprovechado momentos difíciles para fortalecer su organización y capacidad de recuperación.
La experiencia del club en la #Copa Libertadores hace que sus seguidores confíen en la posibilidad de revertir esta situación, siempre y cuando muestren una actitud decidida y una mejor ejecución en Brasil.
El desafío contra Palmeiras es una de las grandes pruebas que tiene River en esta temporada, y marca un momento clave para demostrar su carácter y capacidad futbolística.
La serie de octavos de final, que en la actualidad presenta una diferencia mínima en el marcador global, promete ser uno de los enfrentamientos más emocionantes para los aficionados argentinos y para todo el continente sudamericano.