La gimnasta argelina Kaylia Nemour logra la medalla de oro en barras asimétricas en el Mundial de Yakarta, consolidándose como la primera atleta africana en ser campeona mundial en gimnasia artística, tras un histórico recorrido que incluye un oro olímpico y figuras destacadas en la historia del deporte.
Esta conquista representa un logro sin precedentes para el continente africano en el ámbito de la gimnasia, que tradicionalmente ha estado dominada por países asiáticos, europeos y estadounidenses.
La victoria de Nemour llegó con una sobresaliente puntuación de 15,566 puntos, resultado que refleja una actuación impecable en la final por medallas.
Con esta marca, superó claramente a competidoras como la rusa Angelina Melnikova, que obtuvo 14,500 puntos, y a la china Fanyuwei Yang, quien empató en puntuación con Melnikova pero tuvo que conformarse con el bronce.
Nemour logró convertirse en la primera atleta de Argelia y de toda África en ganar un oro en #gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de París 2024
Este triunfo resulta aún más significativo al considerar el contexto histórico. En agosto del año pasado, Nemour logró convertirse en la primera atleta de Argelia y de toda África en ganar un oro en gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de París 2024, en la misma prueba de barras asimétricas.
En aquella ocasión, su hazaña fue vista como un símbolo de突破 para el deporte en África, que hasta entonces había tenido pocas representantes en la élite mundial.
Hija de madre francesa y padre argelino, Kaylia nació en Saint-Benoît-la-Foret, una pequeña localidad en Francia con apenas 766 habitantes. Hasta 2022, compitió bajo la bandera de Francia, donde destacó desde infantil y fue campeona en los Juegos Mediterráneos de 2019. Sin embargo, su carrera sufrió un parón debido a lesiones: fue sometida en varias ocasiones a operaciones de rodilla por osteocondritis, un problema que pudo haber puesto en riesgo su continuidad deportiva.
Su historia dio un giro en 2022, cuando decidió cambiar de bandera deportiva. Tras una disputa burocrática con la Federación Francesa de Gimnasia (FFGym), que retrasó su participación en competencias clave, logró oficialmente representar a Argelia en julio de 2023, tras una campaña pública y la intervención de autoridades deportivas francesas.
Antes de su triunfo en Yakarta, Nemour ya había logrado un notable resultado en el Mundial de Amberes, en octubre de 2023, donde ganó una medalla de plata en barras asimétricas, quedó octava en la clasificación general y aseguró su boleto a los Juegos Olímpicos del próximo año en París.
Su éxito también se enmarca en la historia de la gimnasia en África. La única medalla previa de esa región había sido la plata en barras asimétricas lograda por Nemour en Amberes, un resultado que rompió esquemas y elevó la expectativa del deporte en el continente.
La gimnasta ha sido vista como la esperanza de un cambio generacional y como un ejemplo de perseverancia, que ahora ha alcanzado la cúspide del deporte mundial.
El logro de Nemour tiene además un fuerte impacto simbólico, ya que demuestra que el talento y la dedicación pueden superar barreras sociales, económicas y culturales.
Su historia inspira a miles de jóvenes africanos que sueñan con destacar en disciplinas que, tradicionalmente, han sido consideradas extranjeras o totalmente dominadas por otras regiones.
