La tercera fecha del Torneo Clausura argentino se caracteriza por un récord en la cantidad de partidos con pocos goles, sumando apenas dos tantos en casi 650 minutos de juego y con el VAR siendo protagonista en las anulaciones.

Durante los partidos jugados el viernes y sábado pasados, se disputaron siete encuentros que sumaron casi 650 minutos sin que ningún equipo lograra convertir más que un gol, demostrando que la eficiencia ofensiva ha bajado de manera alarmante.
Este fenómeno no es solo una coincidencia; tiene un trasfondo histórico en el fútbol argentino. La última vez que se registró una cantidad tan baja de goles en una fecha similar fue en el Apertura de 1991, cuando en 10 partidos apenas se consiguieron siete goles.
Sin embargo, ese torneo se caracterizaba por tener solo 20 equipos y 10 partidos por fecha, a diferencia de los 30 equipos y 15 partidos que actualmente conforman la Primera División, lo que hace aún más llamativa esta tendencia.
El inicio de esta jornada fue auspicioso para el fútbol local, con un destacado rendimiento del ex Gimnasia y Esgrima La Plata, Rodrigo Castillo, que debutaba como titular en Lanús.
El jugador nacido en Venado Tuerto anotó su primer gol a los 10 minutos y selló la victoria para su equipo con su segundo tanto al cierre del primer tiempo, en un encuentro que finalmente terminó 2-0 frente a Sarmiento en Junín.
Esta victoria permite a Lanús cerrar una racha de dos derrotas consecutivas, y en cierto modo, da una pequeña esperanza para cambiar el panorama goleador.
Por otro lado, en otros encuentros, los resultados fueron todos iguales en cuanto a goles: 0-0. En Mendoza, Independiente Rivadavia no pudo con Belgrano, mientras que Tigre tampoco pudo vencer a Unión en Santa Fe. En las costas de Mar del Plata, Aldosivi y Newell's Old Boys empataron sin goles, al igual que Rosario Central con San Martín de San Juan en Arroyito.
En Vicente López, Platense y Argentinos Juniors también terminaron sin anotaciones, al igual que Vélez Sarsfield e Instituto en Liniers.
El enfrentamiento más destacado, quizás, fue el clásico que disputaron Racing Club y River Plate, suspendido en los últimos minutos por una agresión del público hacia el arquero Ángel David Comizzo, y que posteriormente fue registrado como derrota de Racing por 1 a 0.
Un hecho que refleja cierta tensión en los estadios y que, en conjunto, contribuye a la polémica en torno a la seguridad y el comportamiento en las canchas argentinas.
El VAR
El VAR, en tanto, volvió a ser protagonista en este ciclo de resultados bajos, ya que anuló goles en partidos como los de Sarmiento, Instituto y Newell's, sumando más de una decena de ocasiones en las que los tantos no subieron al marcador por decisiones arbitrales relacionadas con la tecnología.
Este #récord en la cantidad de partidos sin goles, sumado a los pocos tantos totales en toda la jornada, marca un claro contraste con épocas pasadas.
Por ejemplo, en 1991, la misma cantidad de goles en una fecha representó un récord negativo en la historia del fútbol argentino. Sin embargo, la situación actual es aún más sorprendente, dada la cantidad de equipos y partidos. La competencia en el #fútbol argentino ha aumentado en cantidad de enfrentamientos, lo que hace aún más impactante la escasez de goles.
Para poner en comparación, en la última fecha de la Copa de la Liga, en septiembre de 2023, se jugaron 14 partidos y apenas se marcaron 13 goles, con seis encuentros sin goles.
La tendencia confirma que la fase inicial de este torneo está siendo muy cerrada, con menor prolificidad y con un estilo de juego que privilegia la defensa o la mediocridad en la ofensiva.
Este contexto genera preocupación en los seguidores y en los analistas deportivos, quienes temen que esta sequía goladora pueda afectar la calidad del espectáculo y la competitividad del campeonato.