La Junta de Castilla y León fortalece su compromiso con la seguridad ciudadana mediante la formación de una de las promociones más numerosas en la historia de la comunidad, con 162 agentes de Policía Local capacitados en la Escuela Nacional de Policía de Ávila.

En esta promoción, que representa un hito en la historia de la capacitación policial en la región, se formaron un total de 162 nuevos agentes, de los cuales 47 ya estaban en servicio en otros municipios, y el resto proviene de diferentes localidades de todas las provincias de Castilla y León.
Este curso, considerado uno de los de mayor prestigio en la #formación policial en España, supuestamente es el resultado de décadas de trabajo conjunto entre la Junta y el Ministerio del Interior, que desde 1999 han consolidado un modelo de excelencia educativa para las fuerzas de seguridad municipales.
La formación, que superó las 900 horas de duración, combina clases teóricas y prácticas, abordando temas esenciales como seguridad vial, derecho penal, atención social, intervención en violencia de género y detección de drogas.
Por primera vez en esta edición, se incorporó un seminario especializado en Certificación en Policía Judicial de Tráfico, reforzando las capacidades operativas de los agentes en un ámbito en constante evolución.
La inversión en formación refleja la apuesta de la Junta por una policía más cercana, moderna y comprometida con los derechos fundamentales de los ciudadanos.
La diversidad territorial de los nuevos agentes es notable, con representantes de 33 municipios diferentes, incluyendo localidades como Valladolid, con 65 agentes, y Salamanca, con 19.
La presencia femenina en esta promoción alcanza aproximadamente el 28 %, resultado de campañas de sensibilización promovidas por la Junta para fomentar la participación de mujeres en las fuerzas de seguridad.
Una vez finalizada su formación
Estos agentes, una vez finalizada su formación, comenzarán un período de prácticas en sus respectivos municipios, con el objetivo de aplicar los conocimientos adquiridos y fortalecer la convivencia social.
Se espera que en los próximos meses se incorporen a sus destinos, aportando profesionalidad, vocación de servicio y una visión renovada de la función policial, que prioriza la proximidad y la empatía.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó la importancia de que los agentes tengan una actitud especial hacia las personas vulnerables y colaboren en la erradicación de la violencia de género.
Además, recordó la necesidad de actuar siempre en coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, respetando los principios establecidos en la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El acto de clausura sirvió también para recordar que la formación policial no solo se trata de adquirir conocimientos técnicos, sino también de inculcar un compromiso ético y social que permita a los agentes responder de manera efectiva a las demandas sociales actuales.
La Junta reafirmó su intención de seguir invirtiendo en programas de capacitación que promuevan una policía más cercana, solidaria y preparada para los desafíos del siglo XXI.
En cifras, la promoción de este año representa una inversión aproximada de 150.000 euros, convertidos a euros, en la formación de estos agentes. La distribución provincial refleja un compromiso con todas las provincias, destacando especialmente Valladolid, con 65 agentes, y Zamora, con 14. La formación continúa siendo un pilar fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos en Castilla y León, en un contexto donde la lucha contra la delincuencia y la protección social son prioridades permanentes.
Supuestamente, estos nuevos agentes desempeñarán un papel clave en la mejora de la convivencia social y en la creación de comunidades más seguras, con un enfoque en la proximidad y la atención a las necesidades sociales más urgentes, en línea con las tendencias internacionales de modernización policial.